Reportajes

Burgos celebró la festividad de San Antón con la bendición de los animales y el tradicional reparto de titos

Como cada 17 de enero el barrio de Gamonal celebró la ancestral festividad de San Antón, que se caracteriza por el reparto de titos y la bendición de los animales.

La celebración comenzó con una misa en la Iglesia Real y Antigua de Gamonal, misa a la que acudieron las autoridades civiles, eclesiales y militares de la ciudad, y entre ellas el alcalde Javier Lacalle.

Tras el acto religioso, llegó el turno de la bendición de los animales. Perros, gatos, pájaros, conejos e incluso yeguas acudieron fieles a la cita con el santo. Para algunos este año ha sido la primera vez, pero otros ya son todo unos veteranos…

Tras la bendición de los animales, llegó la hora de bendecir los titos. Esta tradición se remonta al siglo XVI, cuando los cofrades alimentaban a los más desfavorecidos y a los peregrinos que pasaban y hacían una parada obligada en la Real y Antigua de Gamonal.

Cada año cientos de burgaleses esperan, con alegria y buen humor, una larga cola para poder degustar los tradicionales titos.

Fieles a la tradición los titos son cocinados a fuego lento por los Cofrades de San Antón. Los ciudadanos, tras esperar la cola y la bendición, recogieron tan ansiado manjar en ollas, cazuelas, cazuelitas, tappers, calderos y enseres varios, y marcharon cargados a sus casas con esta pequeña legumbre. Una vez en casa, cada uno puede optar por comer los titos tal cuál los ha recogido, o aderezarlos al gusto.

Otra tradición es la entrega del «Tito de Oro».

Y para recaudar fondos, a lo largo del día se vendieron un total de 150 talonarios, a 50 céntimos la papeleta, para un especial sorteo que tuvo lugar en torno a las ocho y media de la tarde en las dependencias de la cofradía. El número agraciado fue el 5.673 y el premio: dos hermosos cerdos traídos de la localidad burgalesa de Mahamud: Sultán y Luisito.

Y así concluyo la festividad de San Antón.

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