El día 10 de marzo se celebrará la 41ª edición del Festival de Las Marzas
La cultura tradicional y popular, en cuanto expresión cultural, debe ser salvaguardada por cada colectivo.
La cultura popular y tradicional tiene por escenario el espacio público, y como protagonista al ciudadano, ya que participa en ella el conjunto de la sociedad y por lo tanto muestra su diversidad y multiculturalidad.
En las manifestaciones de cultura tradicional y popular las villas, pueblos, ciudades, en definitiva, entes locales tienen una importancia principal, al ser los que las mantienen con su organización y coordinación, prestando infraestructura e intendencia y dotándolas de el presupuesto necesario para su realización.
Son los entes locales los que se convierte en auténticos mantenedores de las distintas festividades religiosas y cívicas y de las distintas manifestaciones culturales tradicionales y populares. En muchos casos el referente material del bien inmaterial es de propiedad municipal. Es habitual que las propias corporaciones participen como parte activa o participante dentro de la manifestación tradicional.
El Plan Nacional de Salvaguarda del PCI de 2011en el texto se resalta en numerosas ocasiones la importancia de las corporaciones locales y otrasinstituciones de menor tamaño, se diría en contraposición a las administraciones nacional y autonómica.
Por tanto los ayuntamientos, en el ámbito de sus competencias y de acuerdo con las disponibilidades presupuestarias, deben velar por el mantenimiento de las fiestas y de los elementos festivos, de la cultura tradicional y popular, del patrimonio folclórico y de su propio patrimonio cultural inmaterial, dictando las normas necesarias para la protección de los marcos especiales propios de cada fiesta y adoptando, si procede, las garantías físicas de preservación y conservación de los elementos en cada caso, así como la divulgación de su conocimiento, enseñanza y potenciar su documentación.
Con motivo de la celebración de la tradicional ronda y canto de las Marzas se organiza y patrocina desde la Gerencia Municipal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Burgos y con la dirección artística y coordinación del Comité de Folclore Ciudad de Burgos el domingo día 10 de marzo de 2024 tendrá lugar a las 19:30 horas en el Polideportivo Municipal El Plantío el Festival Marzas.
Son cuarenta y una ediciones celebradas de este mítico festival, que comenzó este allá por el año 1983, destacando que dos años no se celebraron a causa de la pandemia, 2020 y 2021.
El festival contará con las agrupaciones Asociación Cultural Amigos de la Dulzaina, Asociación de Danzas Estampas Burgalesas, Danzantes de Burgos, Danzas Burgalesas Justo del Río, Danzas Burgalesas Tierras del Cid, Danzas Castellanas Diego Porcelos, Grupo de Danzas Nuestra Señora de las Nieves, Grupo de Tradiciones los Zagales y Asociación cultural Aguzo de León.
Este año como novedad el festival ha invitado a la Asociación cultural Aguzo de León donde entre otras piezas del folclore leonés interpretará la ronda de Marzas de su provincia.
El festival es una puesta en escena con agrupaciones folclóricas de la ciudad que suman más de 350 personas entre danzantes y músicos sobre el escenario. Un festival que apuesta por recordar nuestras tradiciones a través de la danza, canto y música.
Comenzará con el tradicional canto de Marzas siguiendo con un recorrido por distintas tradiciones de nuestro acervo cultural.
Las entradas para asistir al festival podrán retirarse en la taquilla del Teatro Principal a partir del lunes día 4 de marzo en horario de 18:00 a 21:00 horas. Se entregarán un máximo de dos invitaciones por persona.
Las Marzas son cantos de ronda petitorios que cantan los jóvenes la noche del último día de febrero. Esta noche los marzantes, cuadrillas de mozos, al anochecer o a partir de la media noche salen por las calles del pueblo para pedir especies, generalmente huevos, chorizos, morcillas u otros productos del cerdo, para hacer una merienda. Merienda que según lo que se haya recogido en las casas sirve para esa noche u otras más.
Las Marzas es una tradición muy arraigada en Burgos y Cantabria, pero también se ha conservado en algunos puntos de Asturias, León, Palencia, Soria, Valladolid, Segovia y Vizcaya, recordando su celebración también en zonas más alejadas como Salamanca u Orense.
En la provincia de Burgos se pueden distinguir por su forma musical dos formas de interpretar las Marzas una la zona norte y otra la zona sur.
En la zona norte se ha podido constatar en 117 localidades que han cantado las Marzas y en la zona sur de la provincia 159 localidades. Son un total de 276 localidades donde se canta las marzas en la provincia de Burgos.
Burgos acoge esta fiesta la última noche de febrero y la primera de marzo, que son las fechas que definen las marzas en su sentido más conocido. Aunque también se practican modalidades estructuralmente semejantes a este tipo de canto como los de los Reyes o Águedas.
El grupo de marzantes -personas que realizan las marzas- estaba compuesto por varones, ya que la costumbre de las marzas no consiente más que a mozos solteros participar en éstas. El canto que realizan es una ronda petitoria para sacar viandas para la cena o comida al día siguiente.
La primera referencia escrita de la palabra MARZAS la encontramos en 1847 para significar una costumbre que en el «Diccionario geográfico estadístico histórico de España» de Pascual Madoz se describe como una feria celebrada en San Verísimo de Celanova (Orense), el día de San Rosendo o 1º de marzo.
La primera vez que apareció la palabra marzas en un diccionario de la lengua española fue en el año 1910. Tenía dos acepciones. La primera la definía como copla que, en la Nochebuena, en el Año Nuevo y en la de los Santos Reyes van cantando por las casas de las aldeas, por lo común en la corralada, unos cuantos mozos solteros.
La segunda explicación dice: obsequio de manteca, morcilla, etc., que se da en cada casa a los marzantes para cantar o para rezar.
Actualmente el diccionario de la RAE (Real Academia de la Lengua Española) define las marzas como cantos populares en alabanza a la primavera como primera definición y una segunda como obsequio de manteca, morcilla, etc., que se da en cada casa a los marzantes.