Tráfico lleva a cabo esta semana una campaña de control y vigilancia a los autobuses escolares
El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, acompañado por el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán Segovia, el capitán del subsector de la Guardia Civil de Tráfico en Burgos, Juan Antonio Jiménez, han presentado hoy en el acceso al CEIP Fuentes Blancas la nueva campaña de la Dirección General de Tráfico centrada en el control del transporte escolar.
Según ha explicado el subdelegado del Gobierno “esta campaña se debe a la gran importancia que tiene la seguridad vial en el transporte de viajeros en general, siendo más trascendente aún en el vinculado al ámbito escolar”.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística citados desde el Observatorio del Transporte de Viajeros por Carretera, más de 200.000 alumnos a nivel nacional utilizaron un autocar escolar para desplazarse a su centro educativo durante el curso escolar en el año 2022.
Por este motivo, la campaña, que se inició ayer y que durará hasta el próximo viernes 26, controlará a estos vehículos, vigilando especialmente que se circula a la velocidad permitida y que no se hace uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción ya que, según ha recordado el jefe provincial de Tráfico, “los siniestros más habituales en los que se ven involucrados los autobuses escolares están causados principalmente por circular a una velocidad inadecuada o por distracciones”. También se realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores.
Además, debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados.
Por supuesto, tanto los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, como los de las policías locales de aquellos municipios que decidan sumarse a la campaña, intensificarán las inspecciones sobre estos vehículos, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener son los correctos para la prestación del servicio.
Verificarán también, que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo sean los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
CAMPAÑAS DE 2022 Y 2023
En la campaña de vigilancia y control del transporte escolar que la Dirección General de Tráfico realizó en Castilla y León entre el 17 y el 21 de enero del año 2022, los agentes del Sector de Tráfico de esta comunidad controlaron a 271 vehículos.
Se denunció a 73 vehículos (el 26,94%) y se impusieron 105 sanciones. Del total de denuncias, 43 (52,38%) correspondieron a carecer de autorización especial de transporte escolar en vigor. No se impuso ninguna denuncia por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.
En Burgos se llevaron a cabo 50 controles y fueron denunciados 13 vehículos a los que se impusieron 22 sanciones, el 18,45%.
En el año 2023 se realizó esta misma campaña entre el 22 y el 26 de mayo en la que fueron controlados 428 vehículos en toda Castilla y León, siendo denunciados 128 vehículos (29,90%) y se impusieron 185 denuncias.
El mayor porcentaje de denuncias (48,11%) corresponde a 89 denuncias por carecer de la autorización de transporte escolar, seguido del carecer del seguro de responsabilidad ilimitada (15,14%). En esta ocasión se impuso una sanción por conducir bajo efectos del alcohol o drogas.
En Burgos se llevaron a cabo 12 controles y fueron denunciados 5 vehículos a los que se impusieron 8 sanciones, el 4,32%.
Una Normativa muy exigente
El transporte escolar está sometido a una serie de normas de cuyo cumplimiento depende en muchos casos la seguridad de sus pequeños pasajeros, por lo que es responsabilidad de todos exigir que estas se cumplan, ya sea a través de campañas como esta, de los centros educativos o de las asociaciones de padres que se encargan de contratar las rutas.
Entre otras cosas, desde el 20 de octubre de 2007, los autobuses que se matriculan deben llevar obligatoriamente instalados sistemas de retención (actualmente los llevan más del 60% de todo el parque de este tipo de vehículos), ya que el cinturón de seguridad es útil en cualquier trayecto, ya sea corto o largo, urbano o interurbano.
Además, dado que las colisiones laterales y los alcances suponen el 40% de los siniestros de este tipo de vehículos, desde 2013, todos los nuevos vehículos deben contar también con un sistema de frenado de emergencia que se active automáticamente cuando detecta la posibilidad de una colisión.