El Ayuntamiento y la AEPV impulsan una innovadora comunidad energética local, industrial y ciudadana como iniciativa de transición energética en el polígono de Villalonquéjar
El Ayuntamiento de Burgos y la Asociación de Empresarios del polígono industrial de Villalonquéjar han firmado un acuerdo de colaboración en el que se comprometen a impulsar el desarrollo de una comunidad energética local, bajo un modelo de asociación sin ánimo de lucro, que permitirá a los empresarios industriales, los propios consumos municipales y los barrios vecinales del municipio generar y consumir de forma eficiente su propia energía de manera sostenible a largo plazo.
La AEPV es una entidad sin ánimo de lucro que lleva en funcionamiento desde el año 1993 con el objetivo de representar a las empresas ubicadas en el polígono industrial de Villalonquéjar. Siendo éste el de mayor extensión de Castilla y León con alrededor de 500 empresas, de las que más de 200 son miembros de AEPV Burgos.
El objetivo de esta iniciativa es crear una comunidad energética local que sirva como figura clave para proporcionar beneficios medioambientales, económicos y sociales a las potenciales industrias y empresas asociadas de las zonas locales dentro y en las cercanías del polígono industrial de Villalonquejar, facilitando al mismo tiempo la participación de la ciudadanía, pymes y entidades locales en la transición energética.
En una primera fase del proyecto se realizará un estudio del potencial energético del ámbito territorial de actuación de la comunidad energética.
La comunidad tendrá la intención de construir y operar distintas instalaciones de energías renovables, entre ellas de energía solar fotovoltaica sobre cubiertas y en suelo, desde un principio bajo una dimensión significativa de entre 1 MW y 5 MW de potencia, que generará energía renovable de kilómetro 0, y que pueda cubrir gran parte del consumo eléctrico anual de las empresas, edificios públicos y personas que participen en la comunidad.
Ambas entidades señalan que la participación abierta y voluntaria en la comunidad permite que cualquier persona, empresa o entidad local que tenga su consumo en un punto no más alejado de los distintos núcleos de generación de 2 kilómetros lineales pueda beneficiarse y consumir la energía que necesiten y que habrá sido generada por la comunidad energética.
Además, el futuro de la propia comunidad energética permitirá proveer distintos servicios energéticos a sus socios como puede ser la agregación de demanda, mediante una plataforma inteligente, y expandir su potencial de generación a otras instalaciones de energías renovables como mini eólica, biomasa, redes de frío calor, almacenamiento, movilidad sostenible y más cargadores de vehículos eléctricos, entre otros, y crecer para involucrar a toda la ciudad de Burgos.
Este tipo de comunidades energéticas, alineadas con la normativa climática europea, posibilitan un acceso generalizado a la energía eléctrica renovable, tanto en núcleos urbanos como zonas rurales, contribuyendo a su desarrollo socioeconómico.
El objetivo es transformar la relación de los consumidores con la energía, posibilitando que las personas que decidan ser parte generen su propia electricidad sean propietarias de su fuente de generación y participen activamente en su gestión.
El papel del Ayuntamiento será el de formar parte de la comisión de trabajo del proyecto, facilitar la identificación de ubicaciones viables, así como informar y fomentar la participación de la ciudadanía.
El propósito de la comunidad energética es la de poder crear un nuevo modelo de generación, distribución y consumo de energía más eficiente y sostenible, que otorga a las empresas y la ciudadanía un papel principal en el desarrollo del proyecto.
Se constituye como una comunidad que aspira a obtener un cambio real del modelo energético, aportando valor añadido en los territorios de actuación y permitir universalizar el acceso a la energía renovable, haciéndola competitiva y local, dando un protagonismo real a las personas dentro del sector energético.