La Guardia Civil denuncia 31 vehículos ligeros de transporte de mercancías por exceso de peso
Personal de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos y del Servicio de Inspección de Transporte Terrestre de la Junta de Castilla y León en Burgos ha llevado a cabo días atrás, conjuntamente y de manera coordinada, una campaña de cuatro días de duración, con el objetivo de controlar el peso en carga de vehículos ligeros de transporte de mercancías por carretera en el ámbito internacional.
Como consecuencia de los controles de vigilancia efectuados por personal dedicado a estos cometidos específicos en ambos organismos, dentro de las acciones previstas en el Plan de Inspección de Transporte por Carretera que publica el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se han inspeccionado un total de 130 de estos vehículos en tránsito por las carreteras de la provincia.
Fruto de esta intensificación, se han detectado 31 vehículos ligeros de transporte de mercancías con origen o destino de fuera de nuestras fronteras, con exceso de peso sobre su masa máxima autorizada (M.M.A.) -atendiendo a los datos reflejados en sus respectivas Tarjetas de Inspección Técnica-, motivo por el que se ha confeccionado otras tantas denuncias al ROTT.
Los responsables se enfrentan a posibles sanciones económicas que, aplicadas en su grado máximo, pueden suponer multa de hasta 4.001 euros.
Normativa del sector de transportes
Este tipo de vehículos ligeros destinados al porte de mercancías, no tienen obligación de instalar tacógrafo para controlar las horas de conducción y descanso al volante, como por el contrario sí lo tienen los vehículos pesados.
Esta particularidad les permite presentarse en cualquier destino de la geografía española desde países, por ejemplo, del este de Europa, en menos de 12 horas, sin apenas detenerse; en cambio un vehículo que lleva instalado aparato de control debe respetar pausas, descansos obligatorios y un número máximo de horas de conducción, por lo que tardarían dos jornadas en cubrir el mismo trayecto.
A este tipo de vehículos ligeros dedicados al transporte, a partir del año 2026, la normativa europea de transporte por carretera les exigirá instalar el aparato de control tacógrafo para la realización de servicios de carácter internacional.
Problemática y competencia desleal
El exceso de peso de estos vehículos redunda negativamente en el estado y conservación de la red viaria, por deterioro de las infraestructuras debido a su sobrepeso, y lo que es más importante, afecta directamente a la seguridad vial al aumentar la posibilidad de un siniestro vial.
La acumulación de horas al volante origina fatiga, que influye directamente en las distracciones y que además afecta al tiempo de reacción en caso de frenada brusca; la sobrecarga repercute también en la propia maniobrabilidad del vehículo y alarga las distancias de detención en caso de emergencia.
Además, todo ello supone una competencia desleal dentro de un sector tan castigado como es el del transporte.