Resumen de la Memoria de Centros Cívicos 2021
Los centros cívicos son espacios públicos creados por y para la interrelación personal. Por ello, es fácil deducir que en una situación de pandemia en la que el objetivo es reducir la interacción y aumentar la distancia personal, nuestra red se vea afectada de forma severa.
Pese e ello, en 2021 se han contabilizado 614.108 usos, produciéndose un incremento respecto del año anterior del 63%. No obstante, el volumen de usos queda muy lejos aún del habitual de antes de la pandemia. Por un lado, las sucesivas olas de contagio han retraído la participación y, por otro, la limitación de plazas ofertadas para garantizar distanciamiento ha impedido una mayor recuperación.
La recuperación de usos se produce de forma más pronunciada en sala de encuentro, que multiplica por 2,67 su utilización, después las actividades de promoción social con inscripción (+33%) y las bibliotecas (+28%).
Algunos otros datos destacables son:
En actividades con inscripción hay 9.666 usuarios distintos que han efectuado un total de 22.358 inscripciones, con lo cual han participado cada uno en una media de 2,31 actividades por usuario. Por sexos, el 72% son mujeres, y el 28 % hombres. Por edades, en términos absolutos en el conjunto del año, los menores representan el 38,9%del total de inscritos, los adultos un 35,5% y los mayores un 25,6%.
Se han expedido 2.001 carnés nuevos (o nuevas altas en la base de datos).
Los usuarios que llegan derivados por los servicios sociales básicos municipales o por cualquier otro profesional de otra administración o entidad que intervienen en el ámbito social son 355 en un total de 676 actividades.
El volumen de préstamos de libros en las bibliotecas (56.316) se recupera con fuerza creciendo un 64%, impulsado por la importante renovación de fondos.
Se duplica el préstamo de juguetes respecto al año anterior alcanzando los 1.864.
Asisten 1.433 escolares en el programa educativo “La ciudad también enseña”.
Se han realizado 2.230 cesiones de espacios con una distribución muy desigual por centros y tipos de espacios. Se multiplica por 3,3 el número de cesiones respecto a un año anterior en mínimos.
Destaca la revitalización de los teatros de los centros cívicos de Río Vena y de San Agustín con más de 70 funciones, principalmente de la mano del IMC y su programa de ‘Cultura en los Barrios’.
Asimismo, la pandemia y los efectos perniciosos para la salud psicosocial de las medidas establecidas por las autoridades sanitarias y mantenidas durante tantos meses, han puesto de manifiesto el carácter esencial en la vida de la gente de nuestros programas y servicios. Ha aflorado el factor implícito de prevención secundaria, que siempre ha estado pero que la fatiga pandémica ha puesto en primer plano.
Los usuarios que asisten pese a las circunstancias, y manifiestan que hacerlo les supone un respiro irrenunciable. La dinámica de participación en un centro cívico supone para los ciudadanos reforzar factores de protección frente a los riesgos que acechan a la salud mental. La red de centros cívicos ha sido uno de los servicios públicos proactivos en la pandemia en tanto ha promovido programas y servicios útiles a pesar de las restricciones.
Especial mención merecen los programas especiales dirigidos a infancia en períodos vacacionales que cumplen además objetivos de conciliación familiar. La participación en este tipo de programas se incrementa un 44% recuperando la mayor parte de la pérdida experimentada el año anterior. No se recupera la totalidad por el mantenimiento de la limitación de plazas por grupo como consecuencia del distanciamiento.
Desde el punto de vista de contenidos destaca la contribución del programa en la celebración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos con el programa “Catedral de luz”, en el que más de dos mil niños han elaborado un fantástico mural en cada uno de los ocho centros.
Se han puesto en marcha nuevos programas que reaccionan de distinto modo a la situación pandémica. En primer lugar, la conveniencia de realizar nuestra promoción social en la calle nos llevó a ofertar el #civicoencalle en los meses de primavera. En segundo lugar, y ante la necesidad o conveniencia de quedarse en casa, se ha formulado una propuesta de ocio familiar con un multipréstamo en el que colaboran ludotecas, bibliotecas y salas de encuentro, se trata del #cívicoencasa.
En el capítulo de gestión económica el impacto de la crisis es importante. Los ingresos percibidos por las actividades de inscripción siguen sin alcanzar la mitad de los que se solían obtener antes de la pandemia. El gasto, sin embargo, se asemeja al ordinario, ya que los servicios estables (biblioteca, sala de encuentro, información, conserjería) apenas han tenido suspensiones.
En el ámbito organizativo y de gestión los aspectos más destacables han sido:
Se trata de un año difícil a todos los niveles
Las diferentes medidas, suspensiones y cierres han ocasionado mucho trabajo de reprogramación, confusión en los usuarios, trastorno en las empresas y un impacto negativo en las condiciones laborales del personal de los servicios.
Durante 2021, sin embargo, se ha hecho un esfuerzo sobresaliente en la adjudicación de obras de mantenimiento (cubiertas de San Juan y San Agustín, tercera fase de Río Vena) y en las obras del próximo nuevo Centro Cívico Oeste en el barrio de Fuentecillas. Todas ellas inician en 2022 las obras correspondientes.
En el apartado de mantenimiento de los edificios ha sido un gran ejercicio gracias a la contribución de los oficios proporcionados por el plan de empleo.
El efecto combinado de los diferentes programas y servicios de la Red de Centros Cívicos ha demostrado que en situación de pandemia es más necesario, si cabe, activar factores de protección en el ámbito psicosocial que mejoran la calidad de vida y la cohesión social.
Se vislumbra en el futuro cercano un importante papel de la red de centros cívicos para ayudar a la ciudadanía a restablecer su salud psicosocial, para lo que habrá que formular nuevos programas y servicios y adaptar los existentes.
