El Observatorio de Igualdad de la Universidad Isabel I apuesta por las ciencias en el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia

El Observatorio de Igualdad en la Universidad Isabel I, creado en noviembre de 2020, se inspiró en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS5) que engloban la Agenda 2030 para fomentar la cultura igualitaria y realizar acciones que fomenten sus principios fundacionales. Desde su creación, el Observatorio de Igualdad apostó por poner en valor el trabajo de la mujer a lo largo de la historia, que, en ocasiones, no han tenido el protagonismo que deberían a pesar de su importante labor en el desarrollo histórico, social, cultural y científico.

Esta visibilización femenina se ha plasmado en una serie de vídeos mensuales sobre mujeres destacadas en la historia que, coincidiendo con el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia se han recopilado en formato audiovisual. El objetivo de este vídeo es el de difundir y promover el conocimiento de los grandes hitos que cada una de ellas ha supuesto en el camino de la igualdad en diferentes campos del conocimiento, empezando por la reina Isabel I, que da nombre a la Universidad y gobernó el Reino de Castilla entre la Edad Media y el Renacimiento en un mundo de hombres.

Alberto Romero Molero, director del Grado en Historia, Geografía e Historia del Arte destacó de “su figura, con sus luces y sus sombras, es una de las más relevantes de nuestra historia. Su instrucción holística en el campo de las humanidades estuvo centrada en ámbitos como la retórica, la pintura, la gramática, la filosofía o la historia, formación que influiría con determinación en sus acciones de gobierno”.

Desde el punto de vista científico, el Observatorio de Igualdad ha puesto en valor a científicas como Matilde Ras, considerada la primera grafóloga de España, a quien Víctor Rodríguez González, docente de la Facultad de Criminología, considera como “una de las grafólogas más importantes de España, Portugal y Latinoamérica ya que rompió barreras luchando contra la incredulidad de muchos, imponiendo con un éxito arrollador sus trabajos de interpretación grafológica”.

Destaca igualmente la figura de Margaret Hamilton, la ingeniera que lideró el equipo de software con el que el hombre llegó a la luna en 1969 a bordo del Apolo XI. “Es una de las figuras más relevantes de la historia de la NASA y de la humanidad”, destaca David García García, decano de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad.

Rosalind Franklin, científica pionera en genética descubrió la estructura helicoidal de doble hélice del ADN, gracias a su famosa fotografía 51, que sirvió como base de todos los estudios científicos posteriores en la materia. Patricia Cabrero Lobato, vicerrectora de Investigación, destacó sus investigaciones en varios campos como el carbón, el ADN o la virología. La vicerrectora de Investigación matizó que “cuatro años después de su muerte, los investigadores Watson, Crick y Wilkins recibieron el Premio Nobel por su trabajo, basándose en investigaciones de Rosalind Franklin”.

Siguiendo sus pasos científicos, Margarita Salas, es la científica española que descubre la copia de cadenas de ADN, gracias al fago Phi29, que produce ADN polimerasa, clave para la amplificación de ADN y el desarrollo de la medicina forense y el trabajo de la policía científica. Miriam Martínez, directora del Grado en Nutrición Humana y Dietética, subraya que la enzima descubierta por Margarita Salas “es capaz de copiar cadena de ADN de forma rápida consiguiendo millones de copias a partir de una pequeña cantidad.

Esta enzima se utiliza en una técnica alternativa a la PCR, llamada MDA, muy utilizada en pruebas de enfermedades genéticas, estudios forenses o arqueológicos”.

Cabe destacar también a la inventora Ángela Ruiz Robles, considerada como la diseñadora de un procedimiento mecánico de lectura de libros en 1949 y una enciclopedia mecánica, ambos precursores del actual e-book. Ana Cristina García, vicerrectora de Innovación Educativa, dice de ella que “su principal anhelo era facilitar el aprendizaje de las distintas materias a través de la manipulación e interacción, razón por la que inventó el primer e-book de la historia, de forma mecánica”.

A estas mujeres científicas se suman aquellas que han destacado en el campo de la literatura, el derecho o la defensa de los derechos de las mujeres como Concepción Arenal Ponte, jurista, periodista y escritora considerada una de las promotoras del feminismo en España; Eulalia Galvarriato, escritora olvidada de la Generación del 27 o Carmen Conde, escritora de la generación del 27 y primera mujer en ocupar en asiento en la Real Academia Española en 1978.

La Universidad Isabel I, implicada con las vocaciones STEAM
No queremos dejar pasar la ocasión sin recordar en esta fecha tan señalada en el calendario que la Universidad Isabel I forma parte de la Alianza STEAM desde hace un año. Esta iniciativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional promueve el talento de las mujeres.

Su misión es impulsar iniciativas que contribuyan a configurar un sistema educativo y formativo que elimine los estereotipos de género, impulsando el empoderamiento femenino en las disciplinas STEAM. Patricia Cabrero Lobato, vicerrectora de Investigación de la Universidad, asiste a su presentación oficial mañana viernes, presidida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la intervención de Pilar Alegría, ministra de Educación y Formación Profesional, Diana Morant, ministra de Ciencia e Innovación e Irene Montero, ministra de Igualdad.

Igualmente, la Universidad Isabel I es partner tecnológico del programa Stem Talent Girl, aportando el soporte tecnológico para desarrollar todas las actividades online que han sido fundamentales en los dos últimos años de este proyecto, que, apuesta por potenciar el talento de las niñas con inquietudes científicas, sirviendo de nexo entre ellas y las mujeres que han triunfado laboralmente en sus respectivos ámbitos científicos. Este año se ha sumado a la campaña “El #EfectoSTEM no para”, llenando las redes sociales de la universidad con acciones e hitos que contribuyen a que cada día haya más niñas y mujeres en la ciencia.