Estudiar y mejorar las condiciones laborales, principales motivos para emigrar
La mitad de las personas emigrantes de Castilla y León volvería si tuviera las mismas oportunidades, principalmente profesionales, que en su actual lugar de residencia. Esta es una de las conclusiones del I Informe “Actitudes ante la despoblación”, elaborado por cuatro investigadores del equipo de investigación POLCOM de la Universidad de Burgos en el marco del convenio suscrito por la Junta de Castilla y León con las Universidades Públicas de la región, coordinado por la UBU, para buscar soluciones al reto demográfico y la despoblación, que se ha presentado esta mañana en el Hospital del Rey.
El investigador principal de este trabajo, Santiago Bello Paredes, calificó la situación de la despoblación en Castilla y León de “frustrante y negativa” e incidió en la necesidad de revertirla.
“Este convenio interadministrativo, que inicialmente implica a más de 60 investigadores de las universidades públicas de Castilla y León, quiere estudiar cómo está Casilla y León demoscópicamente, un trabajo imprescindible y necesario” señalo Bello, quien manifestó la vocación de continuidad de este trabajo más allá de 2024 cuando finaliza este convenio. También señaló la intención de implicar en estos trabajos a estudiantes que realicen sus TFG o TFG en materia de dinamización demográfica, para aunar los esfuerzos de todos los colectivos de las universidades públicas.
Esta investigación está liderada por los profesores Sergio Pérez Castaños, Marta Méndez Juez y Javier Antón Merino y cuenta con la asistencia técnica de la profesora Sandra García Santamaría y de la estudiante Verónica Larrubia García.
La profesora Marta Méndez Juez detalló el proceso de recogida de datos, que ha contado con la colaboración de diferentes plataformas y asociaciones que aglutinan a colectivos de afectados por la despoblación.
“Estamos en la fase embrionaria de la investigación, que iremos enriqueciendo con resultados posteriores, en la que el objetivo es conocer el estado de la cuestión, para determinar los condicionantes que provocan la despoblación y posteriormente diseñar actuaciones para revertirla”
La muestra total del estudio la componen 430 encuestas, 362 respondidas por personas nacidas en Castilla y León, mayores de 18 años y afectadas por la despoblación, que han sido las seleccionadas para su análisis.
Trabajo y estudios, principales argumentos para emigrar
Sergio Pérez Castaños resumió las conclusiones más relevantes del estudio. “Entre las personas que han respondido más del 60% son menores de 30 años, más de la mitad son mujeres y el 70% tiene estudios superiores”.
El estudio analiza también el momento en que se decide emigrar. “Hemos detectado que la gran parte de la población toma la decisión antes de los 18 años, lo cual nos indica un eje de actuación futura; y, entre los 18 y los 25, es cuando el 72% de ellos materializa su marcha, bien sea para realizar sus estudios o trabajar”.
La investigación señala Madrid como el principal destino de esta emigración, un 30%; seguida del extranjero, un 23%; y de la capital de la Comunidad o de la provincia. Vivir de alquiler es la opción mayoritaria de estas personas, ya sea en pareja o compartiendo vivienda con tres o más personas.
Los principales motivos son la búsqueda de trabajo o la mejora de la formación, como señaló el investigador: “La población joven encuentra problemas a la hora de desarrollar los estudios necesarios para desempeñar una labor profesional”.
Entre la población emigrada destaca el optimismo con la nueva situación, el 50% refleja que responde a lo esperado, incluso un 30% la califica como mejor de lo esperado y la gran mayoría, un 70%, afirma que su situación económica, laboral y personal sería peor si hubiera permanecido en Castilla y León.
“No hemos observado síntomas de arrepentimiento por la decisión de emigrar, pese a lo cual el 50% volvería si tuviera las mismas condiciones laborales que fuera de Castilla y León”, explicó Pérez Castaños.
Por género, los hombres son más proclives a volver y por edad, un 70% de los menores de 30 años volvería al municipio de origen. Las motivaciones serían principalmente personales, familiares o de pareja, siempre que las oportunidades laborales fueran equiparables a las que tienen en la actualidad, sin olvidar una mejora de servicios públicos, de la oferta cultural y de ocio y una sociedad más inclusiva. Los encuestados también señalan mayoritariamente al Estado como responsable de gestionar este posible retorno.
Como una de las sorpresas que ha deparado el estudio, Sergio Pérez Castaños apuntó “el hecho de que mucha gente volvería en cuanto tuviera la oportunidad y pudiera desarrollar su trabajo en su localidad de origen”.
Finalmente, la profesora Méndez Juez se refirió a que la parte del estudio dedicada a la provincia de Burgos no presenta diferencias relevantes con el resto de la Comunidad.