La Universidad de Burgos homenajeó a Emiliano Aguirre tras su fallecimiento

En el Jardín de la Sabiduría la Universidad de Burgos ha querido rendir un sentido homenaje póstumo al paleontólogo, profesor y doctor honoris causa Emiliano Aguirre.

El alto nivel científico y el valor humano del recientemente fallecido Emiliano Aguirre, considerado el padre y precursor del proyecto de Atapuerca, ha sido ensalzado por todos sus colabores y las personas que vivieron junto a él los hallazgos del yacimiento arqueológico han alabado su trayectoria profesional y personal. A este acto de reconocimiento han asistido las autoridades académicas, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, el subdelegado del Gobierno, los patronos de la Fundación Atapuerca y miembros de la comunidad universitaria.

La directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, María Martinón Torres, abría el homenaje destacando la excepcionalidad de Aguirre. “Fue un visionario en la manera que creó escuela”, afirmaba Martinón, añadiendo la apuesta firme del paleontólogo por crear ciencia de calidad en España.

Juan Luis Arsuaga, codirector de los Yacimientos de Atapuerca, ha enumerado todas y cada una de las virtudes que caracterizaban al profesor. “Emiliano tenía algo difícil de describir”, explicaba el codirector. “Tenía el estilo, la categoría y la clase propias de un catedrático”, añadía Arsuaga, rememorando la figura de Aguirre.

Por su parte, José María Bermúdez de Castro, también codirector de los Yacimientos de Atapuerca, ha centrado su discurso en la apuesta del paleontólogo por la creación del Proyecto Atapuerca. “Emiliano marcó un camino a quiénes quisieron dedicarse a la ciencia”, afirmaba. “Su genio y su figura van a quedar siempre en nuestro recuerdo”, terminaba añadiendo el codirector.

El compañero y codirector del proyecto Atapuerca, Eudald Carbonell i Roura, ha querido rememorar su experiencia personal junto con el doctor Aguirre sin olvidar toda su aportación al proyecto que hoy continúa la Fundación. “Emiliano, aún estas con nosotros”, subrayaba.

Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente de la Fundación Atapuerca, ha sido el encargado de transmitir las condolencias por parte de las diferentes personalidades por la pérdida del paleontólogo como la Reina Sofía, el Rey de España o el agradecimiento a la fundación y la universidad de la propia viuda del fallecido. Méndez Pozo ha hablado del legado que deja Emiliano Aguirre y de cómo este legado supone un “matriz disciplinar” en el campo de la ciencia.

En su intervención el director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, Gumersindo Bueno Benito, ha destacado la gran aportación del profesor a Castilla y León. “Estamos en una comunidad autónoma que debe mucho a Emiliano Aguirre”, afirmaba el director. “Atapuerca es el culmen de este esfuerzo”, un proyecto científico, de investigación y difusión con el que la Junta de Castilla y León seguirá colaborando conjuntamente con la Fundación y la Universidad de Burgos.

En el ámbito provincial, Cesar Rico, presidente de la Diputación de Burgos, ha querido hacer hincapié en el esfuerzo de Aguirre con Atapuerca y con la provincia de Burgos. “Gracias a ese trabajo, Burgos es patrimonio de la humanidad”, afirmaba Rico.

“Emiliano Aguirre es el precursor de una realidad”. De esta manera mostraba su agradecimiento al paleontólogo el alcalde de Burgos Daniel de la Rosa y explicaba lo que ha supuesto el trabajo del profesor para la ciudad de Burgos y para Atapuerca.

Finalmente, el rector ha agradecido a los presentes en el acto haberse sumado a este sentido homenaje póstumo que le ha rendido la institución académica. Manuel Pérez Mateos ha mencionado el honor y la suerte que es para la Universidad de Burgos el haber incorporado a su claustro de doctores honoríficos al Profesor Aguirre y a sus tres colaboradores más destacados, hoy al frente del equipo investigador en Paleontología y Prehistoria más importante de nuestro país y uno de los más importantes del mundo. “

Nos ha dejado un hombre de ciencia, un universitario de categoría excepcional, el padre del extraordinario yacimiento burgalés reconocido como Patrimonio Mundial, el científico que fue capaz de organizar un proyecto excelente y que supo dejarlo en el momento adecuado en manos de tres magníficos investigadores. Pero, sobre todo, nos ha dejado un hombre bueno. Un hombre de bien. Una persona excelente”, concluía el rector.