José Luis Losada Palenzuela: “España debería formar parte de infraestructuras internacionales de humanidades digitales si no quiere quedarse atrás
La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Burgos acoge, hasta el 9 de septiembre, un curso de verano titulado “Humanidades Digitales. Del corpus a la interpretación: Estilometría con R”. El curso cuenta con la participación de destacados profesionales de las humanidades digitales. Uno de ellos es el profesor de la Universidad de Wroclaw, Polonia, y académico José Luis Losada Palenzuela, que impartirá tres talleres.
José Luis Losada Palenzuela es Doctor en Filologías Modernas por la Universidad de Valladolid, Profesor Titular en el Instituto de Filología Románica de la Universidad de Wroclaw (Polonia) y docente e investigador en Literatura Comparada, del Siglo de Oro y Humanidades Digitales. Es miembro del Digital Humanities Lab de la Universidad de Wroclaw y colabora con la UNIR impartiendo un seminario en la Escuela de doctorado sobre Tratamiento y Visualización de Datos en las Humanidades Digitales.
¿Qué abarcan las humanidades digitales?
J.L.P. Se trata de un conjunto de prácticas interdisciplinares situado entre las Humanidades y la Informática, que buscan organizar, procesar y publicar datos (textos literarios, históricos, imágenes…) que a su vez pueden servir de base para un análisis científico, ya sea con métodos computacionales, tradicionales o una combinación de ambos.
Desde hace ya algún tiempo disciplinas como la Lingüística, la Historia o la Literatura han puesto el interés en herramientas y métodos computacionales. Estos no constituyen un sustituto de los tradicionales, aunque estén implicando, en algunos casos, un replanteamiento de los métodos de las disciplinas históricas (que ya utilizaban en el pasado métodos cuantitativos, aunque sin el poder de la computación actual).
Incluso entre los implicados de forma directa no existe consenso en la definición de las HH.DD. (la página What Is Digital Humanities?,
De ahí la necesidad de cursos como el organizado en Burgos por las profesoras María Luisa Lobato y Alejandra Ulla, que se centra en el análisis y procesamiento de textos desde el punto del vista de la lengua y el estilo: la estilometría, que consiste en comparar las características contables en los textos para encontrar grupos de obras similares, que sirvan, por ejemplo, para determinar la autoría de un texto anónimo o diferenciar distintos géneros literarios.
¿En qué se diferencian los tres talleres que impartirá en el curso de verano de la UBU?
J.L.P. El curso pretende guiar a los participantes en el recorrido desde la recopilación de textos hasta su análisis estilístico usando herramientas y métodos computacionales, en particular a través de la serie de funciones del paquete stylo, desarrollado en el lenguaje de programación R.
Son realmente cuatro talleres, aunque el primer taller es un repaso a las herramientas implicadas en todo el recorrido: desde el más básico, el ordenador, hasta los programas. El segundo taller está dedicado a los datos en formato digital para las Humanidades, sobre todo a cómo obtener y procesar textos, base del análisis. El tercer taller, a cómo codificar un texto usando lenguajes de marcado (XML-TEI) y el cuarto – el último de los ocho talleres de los que consta el curso – a la visualización con redes de los resultados del análisis estilométrico. El resto de talleres que imparte Laura Hernández acerca a los participantes el núcleo del análisis estilométro.
¿En qué se centran actualmente las investigaciones del Digital Humanities Lab de la Universidad de Wroclaw, del que usted es miembro?
J.L.P. El Digital Humanities Lab, dirigido por el prof. Adam Pawłowski, viene trabajando, principalmente, en tres ámbitos desde una perspectiva digital: la Lingüística, la Bibliometría y el patrimonio cultural. Uno de los proyectos en marcha en los que participo, Digital Humanities for the future, financiado por la Unión Europea en el marco de los proyectos interregionales y coordinado por la Universidad de Wroclaw (Polonia) y la Universidad Palacký de Olomouc (República Checa) busca establecer una infraestructura para acercar los métodos cuantitativos a las necesidades de investigación de las Humanidades. Parte del proyecto consiste en la creación de materiales en abierto que faciliten el aprendizaje y la investigación en las HH.DD. en esta parte de Europa. Un ejemplo, se puede consultar en línea en Digital Editions with TEI
Gran parte de su carrera profesional se ha desarrollado en el extranjero. ¿Qué fue lo que le motivó a investigar fuera de España?
J.L.P. La elección de Polonia no estuvo directamente condicionada por una obligación de investigar fuera de España. Mi investigación ha corrido de forma paralela entre España, Alemania y Polonia.
¿Qué nivel de conocimiento de humanidades digitales hay en España en comparación con el resto de los países en los que ha trabajado?
J.L.P. España está poco a poco ganando terreno en la investigación en HH.DD., con una buena lista de proyectos representativos. Laura Hernández, también profesora en este curso, repasa los últimos años de la disciplina en un excelente artículo publicado en la revista Janus (2020)
Considero que en España muchos humanistas digitales (estoy generalizando y me incluyo) solo usamos herramientas y aplicamos métodos digitales ya existentes, sin todavía una gran capacidad de investigación puntera y exportable. El curso en Burgos se basa en la excelente investigación del investigador polaco Maciej Eder sobre el análisis cuantitativo del estilo, que no solo tiene detrás un método sólido sino que pone a disposición de los investigadores las herramientas para aplicarlo. Nuestro papel, por ahora, se limita a aplicarlo a nuestro ámbito cultural y patrimonial, pero el gran mérito es suyo.
España debería también formar parte de infraestructuras supranacionales, como DARIAH-EU (siglas de Digital Research Infrastructure for the Arts and Humanities, infraestructura europea, cuyo cometido es dar apoyo a la investigación y la docencia digital en las Humanidades) si no quiere quedarse atrás.
Fotografía : David Ángulo