El Patronato aprueba el nuevo modelo de gestión del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua con la activación del consejo asesor previsto en sus estatutos
El Patronato de la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (ILCYL) ha aprobado en la reunión celebrada ayer, 18 de junio, con carácter telemático, el nuevo modelo de gestión de la institución. Con 20 votos a favor y cuatro en contra, ha sido aprobada dicha propuesta, lo que supone más de dos tercios de sus miembros.
Asimismo, se ha aprobado con el 75% de los miembros del Patronato presentes (16 votos a favor, dos noes y tres abstenciones) la revocación de la designación del cargo de director general de la Fundación, de acuerdo con el artículo 20 de los estatutos.
La nueva propuesta de gestión surge como consecuencia del compromiso asumido en la última reunión del Patronato, en la que el presidente adelantó que se sometería a la consideración de los patronos una nueva propuesta de gestión ante la jubilación del director que ha ocupado el cargo desde la creación del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. En esto se ha venido trabajado los últimos meses, estudiando y valorando diferentes posibilidades y teniendo siempre muy presente que se trata de identificar una fórmula que resulte eficaz y ágil, y que, al mismo tiempo, garantice la viabilidad económica del Instituto y su futuro.
Con el fin de garantizar la continuidad del Instituto y sus líneas de trabajo, se han barajado diversas opciones y alternativas, con sus pros y sus contras, y los patronos entienden que la mejor solución para gestionar el Instituto pasa por la activación del Consejo Asesor, figura prevista en el artículo 10 de los Estatutos del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, pero que hasta el momento era solamente una posibilidad no realizada.
Este Consejo Asesor, cuya constitución y régimen interno de funcionamientos habría que decidir y consensuar, sería, según el nuevo modelo, el encargado -en una gestión que ya no sería individual o personalista, sino colegiada-, de establecer las líneas prioritarias de trabajo académico y cultural del Instituto (tarea que hasta este momento le corresponde al director).
Se propone que ese Consejo Asesor esté compuesto, al menos, por un representante de cada una de las universidades públicas de Castilla y León, que son además miembros del patronato, y por un representante del comisionado de la Lengua Española.
Esta última incorporación facilitaría la coordinación entre el Comisionado y el ILCyL, ya que ambas entidades comparten el objetivo de defender, promocionar y difundir el conocimiento de la lengua española y de las producciones literarias en este idioma. También sería interesante incluir a alguien en representación del Centro Internacional del Español de la Universidad de Salamanca (CIEUSAL), vinculando y alineando así a aquellos entes regionales que tienen competencias en relación con la lengua española.
Además podría considerarse la incorporación de otros miembros designados a propuesta de los patronos, como por ejemplo la Cátedra del Leonés, pero teniendo en cuenta que debería ser un Consejo operativo y capaz de actuar con rigor y agilidad. El Patronato considera que de esta manera se otorga a las universidades el papel que les corresponde por su tradición, su prestigio y su peso científico y académico. No es necesaria la tutela de la Universidad Complutense cuando tenemos en Castilla y León cuatro universidades públicas con un excelente nivel.
Por otra parte, conviene señalar que esta propuesta es un regreso a los orígenes del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, porque se da la circunstancia de que revisando las actas de las reuniones que condujeron a la creación del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, se descubre que esta era precisamente la propuesta inicial, modificada posteriormente cuando el Consejero decidió dejar de lado ese posible Consejo Asesor, al que en ese momento se referían como Comisión Científica, dando prioridad a la figura de un director, cuyo nombramiento fue aprobado en el Patronato por asentimiento y sin votación.
