El dúo francés MonkeyBird trabaja en un mural monumental en el que homenajea a la Catedral de Burgos por su VIII Centenario
El dúo francés MonkeyBird está realizando estos días un mural de carácter monumental enfrente de la Catedral de Burgos como homenaje al templo en su VIII Centenario. Esta iniciativa se suma a los actos de conmemoración de los 800 años de la Seo organizados la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021. Esta propuesta está comisariada por StARTer Proyectos Culturales y cuenta con la colaboración de la Alianza Francesa de Burgos y la embajada de Francia en España.
Los artistas galos comenzaron a trabajar hace tres días y prevén que el lunes esté finalizado su retablo urbano, titulado Mímesis, seres y lugares, que se ubica en la calle Fernán González, 52. MonkeyBird realizan así un personal acercamiento a la centenaria arquitectura, trasladando todo un universo de símbolos del interior al exterior y generan un diálogo visual con el público en torno al Patrimonio y la cultura contemporánea.
Se conocieron en Burdeos y poseen una dilatada carrera que les ha llevado a pintar en Emiratos Árabes, Países Bajos e Irlanda, entre otros. Su estética monumental repleta de referencias mitológicas y arquitecturas clásicas y su particular código de color les otorga una seña de identidad única en el panorama del arte urbano internacional.
Con este trabajo quieren rendir tributo a las comunidades de artesanos y constructores que participaron en la edificación de la Catedral de Burgos. “Nuestra intención era ofrecer un efecto de compleja profundidad y monumentalismo, combinando algunas de las referencias más espectaculares, como el retablo del altar mayor, con sus numerosos detalles, la Escalera Dorada o el óculo circular de la fachada de Santa María”, explica el dúo francés.
En el centro aparecerá representado el protector del pueblo, el ángel custodio, como símbolo de buena suerte, bajo la apariencia de un garza real, que se mostrará como un símbolo de luz y renacimiento, flaqueada por otros dos ángeles, cuyos modelos originales se encuentran en la parte alta del templo. “Las pequeñas aves representadas en la obra aluden al papamoscas cerrojillo, que habitualmente anidan en las cavidades de la piedra, haciendo un guiño al famoso autómata presente en el edificio”.