Una treintena de piezas rememoran en el Consulado del Mar la gran exposición de arte retrospectivo de 1921
El Consulado del Mar evoca la gran exposición de arte retrospectivo que acogió el Seminario de San José de Burgos en 1921 con motivo de los actos del séptimo centenario de la Catedral de Burgos. Esta mañana se ha inaugurado este espacio, donde se reúnen una treintena de piezas, procedentes de las parroquias de la provincia, que los burgaleses pudieron ver hace un siglo, y que responde al título de ‘Una exposición para un Centenario. 1921’ y forma parte de la exposición ‘Burgos, 1921: cuando la Catedral celebró sus 700 años’, organizada por la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021.
Aquella exposición retrospectiva de 1921 fue uno de los actos más sobresalientes del VII Centenario de la Seo castellana y la mayor concentración de arte antiguo, de alta significación patrimonial, que ha tenido lugar en Burgos en toda su historia y una de las más destacadas de la historia reciente de España, según explican los comisarios de esta muestra, René Payo y Juan Álvarez Quevedo. Más de 1.200 piezas formaron parte de aquel acontecimiento, que se convirtió en un primer y destacado hito en la catalogación, puesta en valor y difusión del ingente patrimonio burgalés.
Los criterios expositivos respondían a la estética museográfica de la época, basada en la acumulación y en la recreación de espacios, de manera que junto a tapices del siglo XVI podían mostrarse esculturas góticas, documentos del siglo XIII o retratos del XVIII. Así, obras altomedievales, románicas, góticas, renacentistas, barrocas, piezas de orfebrería, documentos de alta trascendencia histórica y códices de gran importancia llenaban las salas del seminario.
Este tipo de muestras, que trataban de exhibir, estudiar y poner en valor el rico patrimonio del pasado, tenían una larga tradición en Europa y España desde las décadas finales del siglo XIX. En Burgos contaba con dos precedentes: la exposición de 1882, celebrada en el palacio de la Diputación, y la de 1912, conmemorativa del VII Centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa.
Impulsada por el cardenal Benlloch, para su organización se apeló a las parroquias y conventos de la archidiócesis burgalesa y también a las diócesis sufragáneas, así como a particulares que pudieran tener objetos singulares anteriores al reinado de Isabel II. Se contó con el apoyo del ministro de Instrucción Pública, el burgalés Francisco Aparicio y Ruiz, y del marqués de Vega Inclán, comisionado regio para el Turismo. También una serie de ilustres burgaleses se integraron en la comisión organizadora: Eloy García de Quevedo, Juan Antonio Cortés, Domingo Hergueta, Luciano Huidobro y Matías Martínez Burgos.
La exposición del Consulado del Mar se podrá ver, de manera gratuita, hasta el 2 de mayo, de martes a viernes de 19 a 21 h, los sábados, de 12 a 14 h y de 19 a 21 h, y los domingos, de 12 a 14 h.
Principales piezas: trípticos y tallas en alabastro
Entre aquellas obras que se exhibieron hace un siglo y que ahora forman parte de la muestra que rememora aquel acontecimiento destacan trípticos como el de la Navidad, de Santibáñez Zarzaguda; el de la Adoración o de los Reyes Magos, de Briviesca; y el de la Piedad, de Hormaza. También sobresalen el óleo de la Adoración de los Magos, procedente del monasterio de Santa Clara de Medina de Pomar; una custodia rococó, de la iglesia de Santa María y San Martín de Briviesca; la talla de la Anunciación, realizada en alabastro, de la iglesia de San Juan de Castrojeriz; y la virgen de Gómez Manrique, también en alabastro, de la ermita del Salvador, de Villatoro.