La Federación de Comercio denuncia el castigo al que se somete a Burgos desde la Junta de Castilla y León con sus medidas de antelación
La Federación de Comercio de Burgos se suma y comparte el malestar de los gimnasios y centros deportivos, del comercio local ubicado en los Centros Comerciales, y como no, de nuestros compañeros de calle, la Hostelería, ante las nuevas medidas adoptadas por la Junta de Castilla y León, que con el objetivo de prevenir y “anticipar” la expansión de los contagios, castiga a Burgos. Como ciudadanos responsables y solidarios, en su día asumimos los cierres y restricciones debido a los datos e indicadores sanitarios que la ciudad arrojaba.
Fuimos pacientes ante la competencia desleal que sufrieron los gimnasios y centros deportivos frente a las instalaciones deportivas municipales que inicialmente se mantuvieron abiertas. También denunciamos en el anterior cierre ante la Junta de Castilla y León la venta de productos no esenciales en plena campaña navideña por parte de las grandes superficies, mientras el comercio local de las galerías comerciales veía como sus clientes salían cargados de juguetes de los hiper y ellos se encontraban obligados a mantener la persiana bajada.
A todo esto, seguimos reivindicando la complicada situación de los comercios proveedores de hostelería y de sectores afectados que, debido a las pérdidas acumuladas del pasado año junto con estas nuevos cierres intermitentes, se encuentran en un estado crítico, muchos de ellos abocados aun inminente cierre. Por ello, desde FEC Burgos nos parece inverosímil el agravio que se mantiene con Burgos desde la Junta, y tampoco llegamos a entender que no se apueste por Castilla y León buscando el equilibrio entre la prevención sanitaria y el mantenimiento de la actividad económica para que no tengamos que elegir entre comer o enfermarnos.
La responsabilidad a la que se apela de forma continuada por parte de los representantes políticos deben de suminístrasela ellos mismos como vacuna para evitar la profunda crisis económica a la que nos están dirigiendo. Sensatez, coherencia y responsabilidad es lo que pedimos a nuestros gobernantes antes de que sea demasiado tarde.