El UBU San Pablo se supera y vence al Sant Marti Adrianenc
El UBU San Pablo Burgos muestra su mejor versión para llevarse el partido (23-28) ante un Sant Marti Adrianenc que se mantenía invicto hasta ahora. El triunfo se cimentó en una defensa excelsa y en la concentración que mantuvieron los rojinegros en todo momento, que les permitió mantener las distancias en el marcador incluso en las situaciones de inferioridad.
El partido se presentó como un auténtico choque de trenes. Dos equipos muy metidos en la batalla desde el pitido inicial, con defensas férreas y buena continuidad en ataque. El primer parcial fue para los burgaleses, muy atentos a la hora de recuperar balones y muy rápidos al contraataque. Dalmau se mostró especialmente activo en los primeros instantes, con tres tantos claves para dar la confianza necesaria a los cidianos para adueñarse del juego. La exclusión de Cantore en el minuto 6, no penalizó al UBU San Pablo y se saldó con un parcial de 0-2 para los rojinegros, que consiguieron abrir rápido una brecha de cinco goles (min.10. 2-7). Este tanteo que obligó al técnico local a detener el partido.
El receso sirvió para que el cuadro lila cerrase filas en defensa, pero el bloque castellano seguía su camino sin desviarse y siguiendo el guion al pie de la letra. Mile bloqueó varias intentonas de los catalanes, que no lograban recortar distancias. El público local empezó a apretar y a protestar de forma airada cada acción y los hombres de Nacho González acusaron la presión, de modo que, durante un tramo de la primera mitad, comenzaron a cometer errores marcados por la precipitación. Superado el trance y templados los nervios, los cidianos se rehicieron para ofrecer una ‘master class’ defensiva, con Juli y Claudio inconmensurables en el centro de la zaga y con un Ibrahim desbaratando cualquier lanzamiento rival, por difícil que fuera. Así, con un 12-17 se llegó al descanso.
El choque se reanudó con una muestra de hambre infinita por parte de los burgaleses que ampliaron su distancia hasta los siete tantos de forma momentánea. La intensidad que imponían los catalanes no daba pie a la relajación y el encuentro, a pesar del marcador, estaba abierto y emocionante. Con el transcurrir de los minutos la contienda se endurecía. Cada acción se llevaba a la máxima intensidad y cada gol se celebraba como un título.
Las inferioridades seguían sin mermar la garra cidiana que atesoraba su ventaja como oro en paño, mientras que en ataque todos los efectivos rojinegros tomaban la responsabilidad de lanzar, lo que ponía en aprietos a los barceloneses. No obstante, el tesón del cuadro lila les permitió acercarse a los cuatro tantos de diferencia, aunque hasta en tres ocasiones, con balón para acercarse a tres, apareció Ibrahim para bloquear esa posibilidad. Con 22-26, Lorenzo Rueda colocó un ‘pressing’ para alejar el peligro de su portería, pero los dos minutos mostrados justamente al entrenador catalán pusieron la puntilla al partido. El juvenil Marcos García pudo anotar su primer tanto en División de Honor Plata con el primer equipo antes de que concluyera el encuentro, que definitivamente se llevó el conjunto burgalés por 23-28.