FUBU y FAE ayudarán a los egresados a salvar la barrera de la experiencia en la empresa

El rector y presidente del Patronato de la Fundación General de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, y el presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales FAE, Miguel Ángel Benavente, han suscrito esta mañana un convenio de cooperación que permitirá para la promoción del empleo y la formación de los egresados -de grado y máster- de la Universidad y de Formación Profesional y la realización de prácticas no laborales.

El rector presentó el convenio recordando los diferentes acuerdos que mantiene la Universidad de Burgos con la patronal y subrayó que está es una colaboración más entre la Fundación General de la UBU y FAE, que permitirán al estudiantado estar en contacto con la empresa y favorecer su inserción laboral.

FAE colaborará con la Fundación en la divulgación de estas prácticas entre sus asociados y las empresas entrarán directamente en contacto con la FUBU para solicitar a los graduados que se adecúe al perfil que necesitan.

Por sus características son unas prácticas que están diseñadas para favorecer la primera inserción laboral de los recién graduados y que las empresas puedan formas profesionales y después incluirlos en sus plantillas

Según el rector, la Fundación ha pasado de llevar a cabo 250 prácticas en 2016 a casi 400 en 2019. Mientras que en 2016 se realizaron 272 prácticas de Cooperación Educativa, en 2019, en total desde la Fundación se han realizado 376, de las cuales 234 son prácticas de cooperación educativa, 66 prácticas del ICE, enfocadas a ámbitos internacionales y de I+D+i; y 76 prácticas se realizaron con el ECyL destinadas a personas que están en búsqueda de empleo.

La Fundación sostiene que la inserción laboral de las prácticas de cooperación educativa es del 40 o 45 por ciento y, en total, el porcentaje de empresas con titulados en prácticas de la FUBU de la provincia de Burgos es aproximadamente del 80% y de otras provincias del 20 por ciento restante.

La previsión es incrementar estas prácticas de cooperación educativa. Para el rector, dada la coyuntura actual, lo lógico es que no disminuyan sino más bien al contrario que aumenten.

Por último, agradeció a FAE y a su presidente que haya accedido a colaborar con la Fundación en la firma de este convenio. “Debemos ir de la mano y seguir colaborando”, apuntó.

Por su parte, para el presidente de los empresarios burgaleses Miguel Ángel Benavente la colaboración con la Universidad “es una obligación”. Recordó que estas prácticas se remontan a 2012. Este año lo hacemos a través de la Fundación y es un contrato específico para que los alumnos hagan prácticas.

Binomio perfecto

El presidente de FAE alegó que Burgos es una potencia industrial y muchos de los titulados que acaban sus carreras tienen la posibilidad de incorporarse al mundo empresarial de esta provincia. Abogó por tratar de mantener el talento en Burgos y dijo que cuando un alumno termina se produce una situación desconcertante al entrar en un mundo nuevo. Por este motivo, las prácticas en las empresas son una gran oportunidad para llegar a formar parte de la plantilla de una compañía.

Según un estudio de FAE, el 37 % de los titulados que terminan las prácticas se incorporan a las empresas. Las empresas valoran el 86% las aptitudes demostradas durante las prácticas empresariales, el 73 % las habilidades desarrolladas durante su estancia en prácticas, el 45% los conocimientos técnicos adquiridos fuera de la carrera, el 41% la situación en la que se encuentra la empresa, el 41% los conocimientos adquiridos durante su formación en la Universidad y un 20% el manejo de idiomas.

Benavente afirmó que estas prácticas son generalmente la primera oportunidad para desarrollar su carrera profesional y como en otras ocasiones recordó que Universidad y empresa son un binomio perfecto, que tienen que ir de la mano por el futuro de nuestra provincia y de la ciudad. “Necesitamos acuerdos de este nivel”, afirmó.

Tras la pandemia Benavente dijo que las perspectivas son positivas por la fortaleza de la industria burgalesa, pero el problema está en los servicios y la hostelería azotados por esta crisis sanitaria.