El Museo de la Evolución Humana presenta la exposición ‘Hortus Sanitatis’, un recorrido por la historia de la farmacia desde la Edad Media hasta nuestros días
La directora general de Políticas Culturales, Mar Sancho, ha presentado ayer martes 2 en el Museo de la Evolución Humana, MEH, la exposición ‘Hortus Sanitatis. Boticas monásticas y hospitalarias en los caminos de peregrinación’. En la presentación, ha estado acompañada por el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar; el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Burgos, Miguel López; el vicepresidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral Burgos 2021, Antonio Miguel Méndez Pozo y el comisario de la muestra, Juan Ruiz.
Esta exposición, que puede visitarse en la planta -1 del Museo, con entrada libre, hasta el 15 de enero de 2019, es un recorrido por la historia de la farmacia y muestra su evolución desde la Edad Media hasta nuestros días, así como lo que representaron algunas de las más importantes e históricas boticas burgalesas. La muestra, puesta en marcha por la Consejería de Cultura y Turismo en el MEH, junto al Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Burgos, ha contado con la colaboración de la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos 2021’ y La Obra Social ‘La Caixa’.
En ella se muestra especial atención a la botica del antiguo Monasterio de San Juan de Burgos o del Monasterio de Santo Domingo de Silos, y a la labor de boticarios y farmacéuticos burgaleses que destacaron en este campo. En varias vitrinas se pueden ver botiquines y orzas de farmacia del siglo XIX, albarelos del siglo XVIII, libros con gran valor histórico, así como balanzas de precisión, morteros de metal o redomas de vidrio.
A la sombra de sus claustros, nacieron las boticas más antiguas que conocemos en España, y a su observancia se encomendaron muchos de los hospitales benéficos creados en el Camino de Santiago para asistencia de los peregrinos a Compostela. En este sentido, fue muy importante la labor de boticarios y farmacéuticos burgaleses que destacaron en el panorama médico y farmacéutico nacional e internacional como fray Esteban de Villa, fray Tomás Paredes, fray Esteban de Mañería, Hipólito Ruiz López, Lucas Jimeno, fray Gregorio de Hoyos, fray Isidoro Saracha, Rafael Sáez, Obdulio Fernández o Emilio de la Puente y Mencía, entre otros
Desde el Neolítico
La farmacopea primitiva evoluciona desde el Neolítico, en paralelo a la evolución humana. En la antigüedad clásica se aprovecharon los hallazgos medicamentosos de Egipto y Oriente. Los árabes mejoraron la farmacia con nuevos elementos y fórmulas, avanzaron el sistema de destilaciones de aceites y aguas y se inició la sistematización de minerales y plantas. En Occidente, fueron los monasterios los que desempeñaron un papel primordial en la historia de la sanidad medieval; los monjes cuidaron sus huertos, donde cultivaron plantas medicinales con las que elaboraron artesanalmente remedios curativos, jarabes, pócimas y licores reconstituyentes que guardan en el botamen de la botica, para aplicar a los enfermos.
Recientes estudios han mostrado evidencias de recolección de plantas medicinales en la Prehistoria, siendo una práctica habitual de nuestros antepasados, quienes comenzaron a descubrir las características curativas y analgésicas de varios tipos de plantas. En la Prehistoria, por tanto, ya se conocía el valor medicinal de estas plantas y el valor nutritivo de las comidas y sus componentes curativos.