Mas de 210.000 Castellanosleoneses tienen enfermedad renal crónica y más de 2.700 requieren diálisis o transplante
Más de 210.000 castellanoleoneses tienen Enfermedad Renal Crónica y más de 2700 están en tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante). Son datos del último Registro de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), el cual revela que la prevalencia de esta patología en esta Comunidad alcanza a 1.117 pacientes por cada millón de población (pmp) frente a los 1.211 pmp de la media nacional. Asimismo, dicho Registro muestra que la media anual de nuevos casos se sitúa en Castilla y León en 116 pmp (frente a los 134 pmp de la media nacional), lo que equivale a unos 285 pacientes que pasan a necesitar diálisis o trasplante cada año.
Las enfermedades del riñón no han dejado de crecer en España en la última década, pasando de 1001 pacientes por millón de población (pmp), en 2006, a 1.211 en 2015, un incremento de 200 pacientes por millón de población, según la S.E.N. En números brutos, esto supone que algo más de 55.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), de los cuatro millones de pacientes que se estima sufren enfermedad renal.
Asimismo, el Registro de la S.E.N. muestra que la mortalidad de la Enfermedad Renal Crónica se ha venido situando por encima del 8% en la última década. Los segmentos de población con mayor prevalencia de ERC son, por este orden, el de la población entre 65 y 74 años, con una prevalencia por encima de los 3.000 pmp; el de la población de más de 75 años, con una prevalencia de 2.638 pmp; y el de la población entre 45 y 64, por encima de 1765 pmp.
El aumento de la incidencia de la Enfermedad Renal Crónica se relaciona, por tanto, con el envejecimiento de la población, pero también con hábitos de vida poco saludables y factores de riesgo como la obesidad. Precisamente, a la obesidad está dedicado el Día Mundial del Riñón de 2017, de ahí que la S.E.N. haya lanzado en las redes una campaña denominada #muevestuspies, fomentando el ejercicio físico y una dieta renal saludable.
Se estima que el 13,8% de la ERC en hombres y el 24,9% de la ERC en mujeres de países industrializados pueden estar asociados con sobrepeso u obesidad. Y que las personas afectadas por obesidad, tienen un 83% más de riesgo de padecer ERC comparados con aquellas que tienen un peso saludable. De ahí que la S.E.N. quiera sensibilizar a la población de la importancia de dedicar una hora de actividad física diaria, así como de una serie de hábitos alimenticios favorables para la salud de los riñones, como tomar agua en cantidad suficiente (beber de 4 a 6 vasos diarios), moderar el consumo de bebidas alcohólicas y gaseosas, tomar fruta y verdura a diario, no abusar de la sal en la dieta o evitar en lo posible los alimentos procesados, además de tener precaución en el uso de determinados medicamentos que pueden dañar la función renal.
“El tratamiento de la ERC representa ya alrededor del 3% del gasto sanitario anual, por lo que la cuestión es también trascendente para la propia sostenibilidad de los servicios públicos sanitarios. Tampoco económicamente, podemos permitirnos el desconocimiento actual de las enfermedades del riñón y la tasa de diagnóstico tardío del 25% que directamente se relaciona con ese desconocimiento. Es preciso llegar a los medios y a los territorios donde se produce la conversación social para que la gente se entere qué es eso de la ERC y cómo puede afectar a su calidad de vida. Debemos hacerlo además de una forma positiva, estimulando los estilos de vida y hábitos saludables, pero sin miedo a alertar de los riesgos de una salud renal deficiente. El impacto en la calidad de vida es algo, muy alto, y el 8,2% de los pacientes con ERC muere. La gente debe saberlo. Y no lo sabe. Necesitamos saber más, mucho más, sobre nuestros riñones”, ha explicado la presidenta de la S.E.N., María Dolores del Pino.