Se descubre que los carnívoros no causaron la extinción de los neandertales
Un estudio internacional investiga la relación entre los carnívoros y los neandertales a partir del hallazgo durante las excavaciones arqueológicas de muchos huesos de esos homínidos extinguidos con marcas de dientes en sus superficies. Los análisis se han desarrollado sobre fósiles humanos de España, Alemania, Bélgica y Grecia, los cuales presentaban surcos y señales dejadas por las muelas y caninos de los predadores.
Los neandertales se extinguieron hace unos 40.000 años y muchos investigadores intentan desentrañar las causas de su desaparición. En este artículo, publicado en la prestigiosa revista norteamericana International Journal of Osteoarchaeology, ha participado un numeroso equipo de investigadores de la Universidad de Burgos (Carlos Díez) y del CENIEH (Ruth Blasco) junto a colegas de Cambridge, Tübingen, Atenas o Barcelona. Liderados por Edgard Camarós, del IPHES de Tarragona, consideran que, en la mayor parte de las ocasiones, los carnívoros accedieron a los cadáveres humanos como carroñeros y no fueron los causantes de la muerte de los neandertales. Se dedicaron a dispersar y aprovechar la carne que quedara sobre los cuerpos ya muertos. Es el caso de los individuos de Valdegoba en Huérmeces, entre otros. Sólo en algunas ocasiones, como en Cova Negra, Valencia, es probable que fueran grandes carnívoros como los leopardos los que mataran a un homínido allí recuperado.
El estudio no parece validar que los neandertales se extinguieran por ser continuamente cazados por los grandes carnívoros que vivían en esa época en Europa (osos y leones de las cavernas, hienas, lobos, leopardos, etc.). Al contrario, es muy probable que en la mayor parte de las ocasiones fueran los neandertales los que mataran o alejaran a los predadores, merced a su gran fuerza física y a su cooperación en la caza, formando bandas que se protegían juntos.
La hipótesis más probable de la desaparición de los neandertales parece ir de la mano de la demografía: grupos cada vez más pequeños en número y alejados unos de otros. Resta saber qué hizo que los grupos humanos de esa época, que apenas tenían enemigos, se hicieran cada vez menos numerosos: ¿un clima riguroso, otros humanos, la baja natalidad, la endogamia, el canibalismo? Habrá que seguir investigando, pero sin duda los investigadores y fósiles burgaleses serán claves para resolver este enigma.