El arzobispo designa nuevos responsables para algunos servicios diocesanos
El arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, ha dado a conocer esta misma mañana la «designación de responsables para algunos servicios diocesanos”. Lo ha hecho en el marco de la fiesta de San Juan de Ávila y ante más de doscientos sacerdotes que han acudido al Seminario diocesano para honrar a su patrono. Después de llevar varios meses al frente de la Iglesia burgalesa y tal como había anunciado semanas atrás, ha querido «no demorar más» las nuevas responsabilidades diocesanas, siendo consciente de que «hubiera sido imprudente» haberlos realizado antes.
«El obispo no podría hacer nada sin vosotros», ha revelado a sus sacerdotes. «Y de entre vosotros, necesito de algunos para serviros mejor a vosotros y a toda la Iglesia, pues siempre mi intención es la de quereros y serviros», ha insistido. Así, y «después de haberlo hablado con cada uno», ha hecho públicos los nombramientos de los responsables que «estarán a vuestra disposición» de forma efectiva a comienzos del mes de septiembre en «algunos servicios diocesanos» [Ver los nuevos nombramientos].
Los cambios en las personas atañen, en primer lugar, al Consejo de Gobierno Pastoral. Así, el arzobispo ha designado como vicario general al actual delegado diocesano de Cáritas, Fernando García Cadiñanos. La responsabilidad como vicario episcopal de pastoral ha recaído en José Luis Lastra Palacios. El arzobispo también nombra como vicario episcopal para los sacerdotes y director de la Casa Sacerdotal a Jesús Castilla Fuente; como vicario episcopal para la Vida Consagrada (contemplativa y activa) al salesiano Amadeo Alonso Arribas y como vicario episcopal para los Asuntos Económicos a Vicente Rebollo Mozos.
Para el arzobispo, la economía de la diócesis «tiene que estar al servicio de la evangelización y de los pobres, con una finalidad pastoral». De ahí que el puesto que hasta ahora ocupaba Rebollo tenga en adelante carácter de vicaría. El consejo de gobierno de la diócesis lo formarán, también, un vicario episcopal-secretario del Equipo de Gobierno Pastoral, cargo que ocupará Andrés Picón Picón, y un secretario, Ildefonso Asenjo Quintana.
Según ha indicado el arzobispo, los vicarios del Consejo de Gobierno Pastoral tendrán varias funciones: la propia de su cargo, la de coordinar todas las delegaciones y departamentos de pastoral –lo que conllevará a un cambio en el organigrama de la diócesis–, la de conocer de primera mano todo lo que ocurre en sus respectivos campos en todo el territorio diocesano y hacer de «puente y nexo de unión» entre las parroquias y el Consejo de Gobierno Pastoral.
El pastor de la diócesis ha anunciado igualmente cambios de responsabilidad en el Seminario diocesano de San José. Así, el nuevo rector será Javier Valdivieso Sáenz, mientras que Ángel Olalla Martín pasará a ser el director espiritual.
Agradecimiento
El arzobispo ha querido también hacer un «agradecimiento sincero y de corazón» a quienes han ocupado estos cargos de servicio en la diócesis hasta la fecha. Agradecimiento que, ha insistido, ha querido que sea público.
San Juan de Ávila
En el marco de la celebración de san Juan de Ávila, patrono del clero secular español, los sacerdotes diocesanos se han reunido hoy en el Seminario de San José para homenajear a quienes, de entre ellos, cumplen 25, 50 o 60 años de servicio ministerial. Lustros de entrega callada y silenciosa que han sido aplaudidos por más de 200 sacerdotes diocesanos que han querido acompañar a los homenajeados en una jornada que ha combinado momentos de formación, celebración de la eucaristía y comida de hermandad.
La jornada ha comenzado a media mañana con una mesa redonda centrada en el Año de la Misericordia. En ella, los profesores de la Facultad de Teología Jesús Yusta, José Luis Barriocanal, Francisco Pérez y José Luis Cabria han presentado a los sacerdotes los «rostros de la misericordia» en el Antiguo y Nuevo Testamento y en la Iglesia. Tras la ponencia y anuncio de las designaciones de responsables para algunos servicios diocesanos, la jornada ha concluido con la celebración de la eucaristía -en la que el arzobispo ha asegurado que el de Burgos es un «magnífico presbiterio»- y comida de hermandad.
