La Junta presenta la restauración de la escultura de la diosa Fortuna de Clunia, en Burgos
El director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz ha presentado hoy la restauración de la escultura de la diosa Fortuna en el centro de interpretación de Clunia, en la localidad burgalesa de Peñalba de Castro. Esta intervención se inició con un proyecto de estudio e investigación sobre la pieza, procedente de un contexto arqueológico privilegiado como es el teatro romano de la Colonia Clunia Sulpicia en la provincia burgalesa, en el que la Consejería de Cultura y Turismo colabora con la Diputación de Burgos para su recuperación y difusión.
Esta actuación sobre la pieza se realiza en el marco del Plan de Intervención PAHIS 2020, que cuenta con un programa específico que da soporte a las acciones que se desarrollan desde el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León. Uno de los objetivos del CCRBC es la investigación aplicada a la conservación, dentro del ámbito de la especialización técnica e instrumental con la que está dotado.
La Consejería de Cultura y Turismo ha planteado la realización de un proyecto cultural denominado ‘La escultura romana de diosa Fortuna del teatro de Clunia’. La obra restaurada quedará integrada en la visita a la zona arqueológica de este yacimiento y al centro de interpretación con el objetivo de enriquecer y fortalecer el discurso didáctico de la Comunidad. Este proyecto cultural desarrollará un programa de visitas guiadas y talleres que tendrán como eje la diosa Fortuna.
Con el apoyo del Museo de Burgos, La Consejería de Cultura y Turismo ha programado para los próximos días 5 y 6 de noviembre una jornada técnica sobre los trabajos e investigación desarrollados en torno a la escultura. La jornada reunirá a distintos especialistas y estará abierta también a estudiantes y al público de colectivos interesados. En esas mismas fechas, se inaugurará una exposición temporal en el Museo con diferentes recursos didácticos para acercar al público la excepcionalidad de la obra dentro de la escultura romana y el patrimonio arqueológico de Castilla y León.
La pieza es una escultura romana de mármol, de tamaño superior al natural, hallada a lo largo de varias campañas de excavación arqueológica, que presenta rasgos iconográficos, que han permitido asimilarla con una personificación de la divinidad Fortuna. Aparece vestida a la manera griega con túnica ceñida bajo el pecho y cubierta parcialmente por un manto. Su principal peculiaridad, desde el punto de vista formal y morfológico, es que se encontró fragmentada en casi 200 elementos que permitían evidenciar la gran calidad escultórica de la obra.
El proyecto de investigación y restauración se ha abordado de forma multidisciplinar, con un completo estudio de caracterización del material escultórico y su procedencia, así como también de la composición y estructura de los fragmentos. Por otro lado, al reconocerse evidencias de policromía en algunas zonas de la superficie, se estudiaron los pigmentos y cromatismo de la escultura a través de técnicas que no requerían la toma de muestras, como la fluorescencia de rayos X y también análisis químicos a través de microscopía óptica y electrónica, que han permitido llevar a cabo una recreación de su color.
Para estas investigaciones, además de con el Laboratorio de Física y Química del CCRBC de Castilla y León, se ha contado con la colaboración de otras instituciones, como la Universidad de Zaragoza o el Instituto de Patrimonio Cultural de España.
La volumetría y el estado de conservación de los fragmentos fueron objeto de documentación por medio de escaneado láser 3D, a fin de generar un modelo virtual, pero también una impresión en 3D de cada uno de ellos, para lograr una aproximación al montaje y reconstrucción del volumen de la pieza, aspecto que revestía una gran dificultad, si tenemos en cuenta el tamaño y el peso de la mayoría de ellos, que hacían muy compleja su manipulación.
El proceso de restauración y montaje de la escultura ha hecho preciso recurrir a procedimientos no habituales dentro del ámbito de la intervención en este tipo de obras, planificando una metodología específica. En primer lugar, se realizó una consolidación estructural de todos los fragmentos mediante tratamiento químico. Después, se limpió cada uno de ellos, combinando procedimientos mecánicos y limpieza fotónica a través de láser.
Para el montaje, se ha diseñado y construido una estructura interna y autoportante, que permite, mediante ligeros rebajes, ubicar cada uno de los fragmentos y anclarlos entre sí sin utilizar adhesivos. En las zonas donde era preciso, se ha realizado una reconstrucción volumétrica con materiales ligeros y reversibles y, cuando ha sido necesario, se ha aplicado una entonación cromática.
La intervención se completa con la instalación de la escultura en el centro de interpretación de Clunia, con la colaboración de la Diputación de Burgos y el equipo de investigación del yacimiento -Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Valladolid y Universidad de Barcelona- en la que se está trabajando en la actualidad.
Para contribuir a su interpretación, se han realizado una serie de materiales didácticos de apoyo como paneles explicativos, panel con recreación del cromatismo de la escultura y video en el que los técnicos participantes explican el proceso de estudio y restauración de la pieza.