Solidaridad

Baile y relatos de tradiciones para mejorar el bienestar de personas mayores

Alumnado de 2º curso del Grado en Educación Social ha desarrollado este semestre el Proyecto de Aprendizaje Servicio “Baile y relato de tradiciones populares para mejorar el bienestar personal y social de las personas mayores en el ámbito residencial”

En el proyecto han participado un total de 56 estudiantes y más de 160 personas mayores institucionalizadas.  El alumnado, organizado en grupos, se acercó a los centros para conocer a las personas mayores, así como sus intereses, motivaciones y expectativas, para comenzar a desarrollar el proyecto a partir de actividades planteadas en el aula.

En sucesivos encuentros se realizaron talleres prácticos adaptados sobre el baile y talleres en los que las personas mayores trasladaban, de forma oral, las tradiciones populares más representativas y conocidas de sus pueblos o ciudades. La última sesión estuvo dedicada a una puesta en común y evaluación del programa.

Este proyecto, que lleva desarrollándose varios cursos y es mejorado cada año a partir de las experiencias y evaluaciones recogidas, responde a la necesidad, trasladada desde los centros residenciales colaboradores, de algunas personas mayores de ser escuchadas y valoradas, de ser tenidas en cuenta, salir de la rutina diaria y ver caras nuevas con mentalidades y vivencias distintas.

En total, han participado ocho centros residenciales de Burgos, que repiten experiencia: Cortes, San Agustín, San Julián y San Quirce “Barrantes”, Hermanas Hospitalarias, Angélicas, Colisee, Domus VI y Santa Teresa de Jesús Jornet, y que ya han manifestado su interés por seguir colaborando en futuras ediciones, dado el beneficio que supone para las personas mayores y su mejora a nivel social y emocional.

Enmarcado en la asignatura de “Animación Sociocultural”, impartida por el profesor Rafael Calvo, y en colaboración con el Programa de Acercamiento Intergeneracional, este proyecto fomenta también un bienestar emocional positivo a través de la interacción entre personas jóvenes y mayores, algo que, según los responsables del proyecto, se está perdiendo.

“Debemos fomentar esta interacción por los beneficios que aporta, además permite que los más jóvenes se formen una idea más positiva de las personas mayores y del envejecimiento, aprendan a valorarlas y a respetarlas”, aseguran.

Por su parte, el alumnado evalúa muy positivamente la actividad y destaca “la estupenda experiencia personal y académica que ha supuesto este proyecto”. Además, su participación les ha permitido adquirir una serie de competencias profesionales, imprescindibles en Educación Social, gracias a este contacto directo con las personas mayores.

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