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Se presenta el Manual de Apoyo para personas cuidadoras no profesionales

Este manual nace con el propósito de dar respuesta a las preguntas que han nacido a lo largo de los últimos años con el desarrollo del programa cuidando a las personas cuidadoras no profesionales de la Diputación de Burgos.

Se ha diseñado como una herramienta práctica para personas cuidadoras no profesionales, generalmente familiares de personas en situación de dependencia que desean ofrecerles cuidados de calidad, al mismo tiempo que intenta promover su propio autocuidado.

Con cada ficha de este manual se aborda una variedad de temas relacionados con el cuidado, desde aspectos prácticos de la atención física hasta estrategias para el manejo del estrés y el fomento del
bienestar emocional.

Ofrece información clara y concisa, con el propósito de permitir a las personas cuidadoras utilizarla como una guía que se pueda adaptar a las necesidades específicas de cada situación de cuidado, buscando el equilibrio entre el cuidado a los demás y el autocuidado personal.

Se ha creado para ser un recurso útil para todas las personas que cuidan a personas dependientes, recordándoles que, al cuidar de sí mismas, también están fortaleciendo su capacidad para cuidar de las demás.

Tienes que aprender a vivir con esta nueva situación y que muchas veces está fuera de nuestro control. Toca aceptar tal y como es la situación ode nuestro familiar. Pero recuerda que puedes elegir la forma de hacerlo buscando siempre apoyo en otras personas y no afrontar esta situación de forma individual.

Recuerda que tienes derecho a priorizar tu vida y tu persona, es importante que para poder cuidar de otra persona, lo primero que aprendas es a cuidarte fomentando en lo posible la autonomía de tu familiar e intentando no caer en la sobreprotección de la persona en situación dependencia.

Fomenta las relaciones personales. No descuides tus relaciones personales, ni con la pareja, ni con las amistades. Reserva tiempo para ti, es fundamental.

Dedicatodoslosdíasunespacioparati, para tu desconexión, para tus aficiones. Reserva un espacio de la jornada en el que puedas hacer lo que te haga sentir bien y desconectar del día a día.

Aprende a delegar en otras personas, confía en otras personas que te puedan ayudar a manejar el día a día. Pueden ser otros familiares e incluso profesionales del sector socio-sanitario. No es lo mismo el sacrificio para cuidar de tu ser querido que el martirio de hacer este acto. Pide Ayuda.

Decir“no”puedesernecesarioytienesqueaprenderahacerlo, no te tiene que hacer sentir culpable, tienes derecho a tener un espacio para ti y es necesario hacer lo que te apetece a ti mismo.

Si eres una persona cuidadora recuerda que:
Nopuedescontrolartodoslosmomentosnitodaslassituaciones, pese a que hagas todo lo posible por hacer la vida más fácil y agradable a tu familiar, siempre surgirán situaciones problemáticas. No te martirices y por supuesto, tampoco culpes a la persona enferma.

Tienes derecho a equivocarte, no pasa nada, todas las personas lo hacemos y de los errores aprendemos a ser mejores personas y mejorar en el cuidado de tu familiar.

Cuídatefísicamente,mantén en la medida de lo posible rutinas saludables de alimentación y ejercicio físico.

Buscatodoslosdíasunpensamientopositivodetudíaadía, aprender a elegir tus pensamientos y recuerdos, aleja los pensamientos negativos de tu día a día.

Aprende a planificar el tiempo, muchas veces parece que “no queda tiempo” cuando cuidamos una persona en situación de dependencia. Pero también es una cuestión de organización de tiempo. Intenta planificar con un sentido práctico. Tu tiempo es imprescindible.

No dejes de hablar con tu familiar, recuerda fomentar las conversaciones adaptadas a sus capacidades. Si es necesario usa instrucciones sencillas y repite vocalizando y utilizando un tono de voz suave sin olvidar tu lenguaje no verbal.

Intenta evitar actitudes excesivamente dramáticas, evita también tonos infantiles, no grites, no discutas ni fuerces en exceso la conversación, algunas veces, sin querer alteran emocionalmente al enfermo.

Adapta el domicilio y conoce los productos de apoyo, muchas veces introducir pequeños o grandes cambios en el hogar puede facilitarte tu labor en los cuidados.

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