La UBU coordina un proyecto europeo para evitar la contaminación de agua por nitratos

Tras el éxito del proyecto de ciencia ciudadana de la Universidad de Burgos desarrollado el año pasado, en el que se recogieron más de 600 muestras de agua para analizar en ellas la presencia de nitratos, nace el proyecto LIFE-NITRAZENS, que trata de prevenir la contaminación por estos elementos.
Está financiado con 1,2 millones de euros de la Comisión Europea y coordinado desde el Grupo de Polímeros de la Universidad de Burgos, que trabajará junto a otros 11 socios de España y Portugal que aportan el resto de la financiación hasta los 2 millones de euros.
Su objetivo es desarrollar herramientas que permitan trabajar en la reducción de la contaminación por nitratos, un problema ambiental crítico. De este modo, se creará una base de datos que pondrá a disposición de las administraciones públicas todos los datos recogidos en el proyecto y otros que ya existen en otras entidades (organismos de cuenca, SINAC, etc.) de manera que se permita un seguimiento más exhaustivo y se proporcionen datos objetivos para la toma de decisiones y la creación o adaptación de normativa.
Por otro lado, se elaborará, en colaboración con trabajadores del sector agrícola, una guía de buenas prácticas para lograr una fertilización más efectiva y que evite la contaminación por nitratos.
El proyecto abarca la realización de 6 pruebas piloto que se llevarán a cabo en Castilla y León (en Villadiego, Tordesillas y Cuéllar) y en Aragón (en Valderrobres, Huesca y Calatayud) por tratarse de regiones con alto grado de actividad agrícola, y una última fase para el estudio de la replicabilidad y transferencia a la sociedad que se realizará en Coimbra, Portugal.
La Vicerrectora de Investigación, Transferencia e Innovación, Verónica Calderón señala que el valor añadido de este proyecto, además de la propia investigación, “es el impacto directo que va a tener en la sociedad”, junto a “la riqueza de la participación ciudadana activa para mejorar el conocimiento, que permitirá no sólo conocer la situación actual en cuanto a contaminación por nitratos sino cómo tratar de resolverla”.
Raquel Hernández, responsable del proyecto, indica que con él se pretenden cubrir algunas carencias que se habían detectado con el desarrollo del proyecto anterior, como la escasa monitorización -para lo que la ciencia ciudadana resulta fundamental ya que permite ampliar notablemente los datos para la investigación-; la insuficiente concienciación y conocimiento real por parte de la población que está sufriendo ese problema; y falta de comunicación entre la administración y los agricultores.
En este sentido ha asegurado que durante el desarrollo del proyecto “es necesario que escuchemos a estas personas que se están dedicando al mundo de la agricultura, y tiene que haber una conversación entre los que crean las normas y los que las tienen que asumir después”.
También reconoce que “no es un problema que afecte únicamente a España, sino que realmente a nivel europeo más del 30% de ríos, lagos y aguas costeras de la Unión Europea están consideradas eutróficas”, lo que puede favorecer la aparición de nitratos.
Por su parte, el responsable del Grupo de Polímeros, Saúl Vallejos Calzada, ha destacado el importante componente social del proyecto y su carácter preventivo, ya que “representa un paso fundamental en la lucha contra la contaminación por nitratos, promoviendo soluciones innovadoras y participativas para mejorar la calidad del agua y la sostenibilidad ambiental”.
Resultados de la iniciativa de ciencia ciudadana para el control del nivel de nitratos en agua de consumo
Desde finales de enero hasta mediados de abril de 2024, el Grupo de Polímeros de la Universidad de Burgos llevó a cabo una iniciativa de ciencia ciudadana como parte del proyecto «Polímeros Inteligentes: Aplicación en Seguridad y Control Alimentario y Biomédico, Construcción Sostenible y Biorremediación (Referencia BU025P23), financiado a través de la convocatoria de subvenciones del programa de apoyo a proyectos de investigación en ciencia aplicada de la Junta de Castilla y León.
Esta iniciativa implicó la participación activa de los ciudadanos en el proceso de investigación, centrándose principalmente en el muestreo o toma de muestras. Aquellos ciudadanos interesados contribuyeron enviando muestras de agua, tanto de los grifos de sus hogares como de fuentes públicas, manantiales, pozos y ríos.
En total, se analizaron 146 muestras de agua de grifo procedentes de diferentes pueblos/ciudades, 83 muestras de fuentes y 30 muestras con otro tipo de orígenes. El 22% de ellas presentaban más de 50mg. de nitratos por litro, cantidad límite que establece la normativa, pero en el 30% se detectaron 30mg. por litro, cifra que si bien no está fuera de la norma sí se considera grave.
Todos los datos recopilados están disponibles en el Repositorio Institucional de la Universidad de Burgos.