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Las V Jornadas del Día Internacional de la Educación Social resaltan la evolución de la profesión y su importancia para la sociedad

La Facultad de Educación de la Universidad de Burgos ha inaugurado esta mañana las V Jornadas del Día Internacional de la Educación Social, bajo el lema “¿Dónde están nuestros sueños?”. Expertos, docentes, estudiantes y autoridades se han reunido para reflexionar sobre la evolución y el futuro de esta disciplina, considerada clave para la inclusión social y el bienestar comunitario.

Este año, las jornadas han dedicado una parte importante a conmemorar la implantación de los estudios de Educación Social en Burgos, hace 30 años y ha contado con la participación de alguno de esos primeros titulados.

«Hoy celebramos no solo un aniversario, sino el impacto positivo que hemos tenido en la sociedad», expresó Rafael Calvo, profesor y coordinador de las jornadas, integrante de esa primera promoción.

Calvo subrayó la importancia de la evolución de la titulación en estos 30 años, y destacó como la figura del educador social se ha ido consolidando tanto en el ámbito académico como en el profesional y evolucionando para adaptarse a los cambios de la sociedad, “estamos integrados de manera más estable en las estructuras sociales y administrativas, hemos incrementado significativamente las prácticas y los centros donde se realizan, los planes de estudio se han adaptado a la realidad social y a las necesidades actuales…”.

En consonancia con esta adaptación, señaló como principales retos dar respuesta a problemas como la salud mental, la situación de las personas mayores, las redes sociales o la inteligencia artificial. “Hace 30 años queríamos erradicar los grupos de exclusión, pero en la sociedad actual cada vez hay más diferencia entre los que más tienen y los que menos”.

Roberto Saiz, delegado territorial de la Junta de Castilla y León, alabó el compromiso de una profesión cuyo «objetivo es facilitar y mejorar la vida de las personas, y eso es algo que no ha cambiado en estos 30 años, aunque las herramientas y los contextos lo hayan hecho».

Por su parte, Támara de la Torre, vicedecana de la Facultad de Educación, afirmó que “eventos como este deben motivar a los estudiantes a seguir adelante en su carrera, sabiendo que su trabajo marcará una diferencia real en la vida de las personas”.

En lo que respecta a las oportunidades profesionales, los ponentes recordaron que la Junta de Castilla y León ha comenzado a incluir plazas de educadores sociales en sus estructuras, lo que representa un avance significativo para la profesión. «

Es una buenísima noticia que la administración autonómica esté sentando las bases para la consolidación de estas plazas», afirmó Verónica Calderón, vicerrectora de Estudiantes de la UBU. La vicerrectora también reafirmó el compromiso con la formación de profesionales que contribuyan a la cohesión social y al desarrollo humano, preparándose para afrontar los nuevos retos que plantea el futuro.

Todos los participantes en la inauguración de las jornadas reconocieron y pusieron en valor el importante componente vocacional que presenta el alumnado de Educación Social, “necesaria para cualquier profesión e imprescindible para vosotros”, afirmó Roberto Saiz, dirigiéndose al alumnado presente.

El coordinador del grado en Educación Social, Abel Merino Orozco, reconoció el papel de los pioneros que lograron implantar la titulación en Burgos y puso en valor el trabajo diario realizado por docentes y alumnado, que ha situado a la Universidad de Burgos entre las cinco mejores universidades de España para cursar esta formación, siendo la universidad con mayor presencia de prácticas en su programa docente.

La conferencia inaugural estuvo a cargo de Noelia Rodríguez Álvarez, vicepresidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Educadoras y Educadores Sociales, quien expuso los desafíos a los que se enfrenta esta profesión en el contexto actual.

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