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La historia nos enseña que en situaciones de crisis los pueblos llegan a entregar las llaves de su propia celda a sus carceleros

Yo reconozco mi patria en los caminos. Como reza el lema de esta Universidad, In itinere veritas, en el camino está la verdad”, ha reconocido hoy Joan Manuel Serrat i Teresa en su emocionante discurso de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Burgos en el que el cantautor ha hablado de inmigración, cambio climático, democracia, desinformación, cultura, conocimiento y canciones.

“Decía mi madre que su patria estaba allí donde comían sus hijos. Eso mismo deben pensar miles de madres que a lo largo y ancho del planeta caminan con sus hijos a cuestas dejando atrás la tierra que los vio nacer, buscando un lugar en el que sus hijos crezcan y aprendan a convivir en paz en una nueva patria común” ha recordado.

“Viéndolos atascados en los barrizales, en el descansillo de una Europa mezquina, vieja y desalmada, atorados a la orilla de un Mediterráneo que otrora fue cuna del pensamiento y puente de culturas, no puedo dejar de preguntarme; ¿Dónde quedará la patria de esta gente…?” asegura Serrat.

Una dramática realidad que para el nuevo doctor honoris causa de la UBU encuentra, entre otras causas, su principal origen en la ceguera con la que evadimos afrontar las consecuencias del cambio climático. “Ellos solo caminan.

Caminan donde los llevan sus zapatos, empujados por la guerra, la pobreza o el impacto climático que convirtió sus hogares en un lugar inhabitable. El cambio climático provoca ya más desplazamientos que las guerras. Es una realidad que afecta a todas las regiones del mundo y, a mi entender, el problema capital que enfrenta la humanidad”.

En este sentido, el rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos, ha recalcado que Joan Manuel Serrat i Teresa defiende “algo tan esencial para la humanidad como la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida y perseguir la justicia social y económica.

Es un derecho y una obligación reclamar un futuro para una juventud que necesita reconocerse. No sabemos cuál es el camino, pero sí sabemos el camino que no debemos volver a tomar”.

“No soy un científico, pero pongo atención a las palabras de los que saben”, asegura Serrat. “Solo soy uno que canta y escribe canciones mirando a su alrededor, con los sentidos alerta y escuchando las voces de la calle y también sus ecos.

Mis canciones son el resultado de lo que siento, pero también de lo que me cuentan los demás. Ellas son lo que soy, pero también lo que quisiera ser. Son mi realidad, pero también mi fantasía”.

“Soy hijo de padre catalán y madre aragonesa”, ha recordado. “Escribir y cantar en catalán y en castellano son maneras naturales de expresarme que coexisten en mí y se enriquecen mutuamente. Soy, como todos ustedes, fruto del tiempo y del mundo que me ha tocado vivir.

Creo en la democracia, en la tolerancia y el respeto al derecho ajeno. La democracia es el medio natural para la protección y la realización efectiva de los derechos humanos y sus principios solo lo son si van de la mano de los de la justicia”.

El nuevo miembro del Claustro de doctores de la Universidad de Burgos, quien próximamente recibirá el Premio Princesa de Asturias de las Artes, tal y como ha recordado en su gratulatoria Pérez Mateos, ha dejado también una advertencia al público que ha abarrotado el Paraninfo de la UBU:

“La historia nos enseña que en situaciones de crisis graves reaparecen las tendencias a formas autoritarias. Los tiranos se alimentan de la desilusión y cuando se las desatiende, las democracias pueden morir de intrascendencia y los pueblos llegan a entregar las llaves de su propia celda a sus carceleros”.

“Es preciso recuperar los valores democráticos y morales avasallados por la avidez del mercado, donde todo tiene un precio, donde todo se compra y todo se vende. Para ello, más que nunca, nos necesitamos los unos a los otros.

Todos tenemos que sentirnos importantes porque todos somos importantes. Frente a la desinformación, la mentira y la ignorancia, conviene defender la importancia de la cultura y del conocimiento. El conocimiento, como pilar fundamental que nos sustenta y nos caracteriza como especie. Sólo con el conocimiento progresamos individual y colectivamente”.

Antes de finalizar su discurso de aceptación pidiendo a los asistentes que “por favor, aunque pinten bastos, no dejen de nunca de cantar. Canten, que cantando se conjuran los demonios y compartes lo que amas”, Serrat ha recalcado en sede universitaria que “el conocimiento nos ayuda a saber quiénes somos y a entender más y mejor el entorno del que formamos parte y del que dependemos.

El conocimiento es bueno para vivir en paz, para aprender a ser libres y para crecer sin miedos. El conocimiento profundiza la vida democrática”.

Posteriormente, antes de visitar el Jardín de la Sabiduría de la UBU en el que desde hoy se yergue un pino piñonero en homenaje a “Joan Manuel Serrat i Teresa, compositor, músico y voz de poetas”, el rector Pérez Mateos ha glosado la figura del cantautor, “referencia y faro de diferentes generaciones”, quien ha convertido sus “vivencias en experiencias que traspasan barreras, geográficas y culturales, siendo capaz de crear obras que expresan sentimientos y emociones colectivas que no tienen fecha de caducidad”.

“Nadie como tú -afirma el rector burgalés- representa mejor el espíritu universal que está presente en lo que significa esta institución llamada Universidad, encargada de generar, transmitir e impedir que se olviden los conocimientos que mejoran y humanizan nuestras vidas.

Tus canciones también impedirán que se olviden los sentimientos y emociones que dan sentido a lo que somos: ´Eres un lujo para el alma y el oído, un modo de vengarse del olvido…´

Pérez Mateos ha recalcado el compromiso que Serrat ha mantenido siempre con la libertad y la democracia, afirmando que “has demostrado un gran valor a lo largo de tu vida, defendiendo los derechos humanos, la democracia o denunciando la pena de muerte cuando tuvieron lugar las últimas ejecuciones del régimen franquista, en tiempos en los que hacerlo acarreaba duras consecuencias, como la prisión o el exilio obligado que sufriste durante un año.

También has demostrado que es posible y muy saludable no sentirse extranjero en ningún lugar y hablar dos idiomas a la vez y no estar loco, aunque en diversas ocasiones, algunos se hayan empeñado en que te decantaras por uno. Has sido rotundo y firme abrazando múltiples y diversas identidades, manteniendo tus compromisos e ideas. Siendo siempre coherente contigo mismo”.

“Comprendemos a tu amigo Sabina cuando dice que ´un fulano como tú debería estar prohibido´: pones el listón muy alto. Gracias Joan Manuel por tu arte, por tu valor y por ser el entrañable mestizo que ha enriquecido las vidas de tantas y tantas personas. Te queremos”, ha afirmado para terminar su discurso el rector Manuel Pérez Mateos.

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