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Esfuerzo del Burgos CF sin recompensa 0-0

En un abrir y cerrar de ojos, con el nueve a la espalda, Fer Niño puso en pie a El Plantío remachando el gran centro de Álex Sancris desde la izquierda que supuso el primer tanto del partido. El VAR dejó el gol en agua de borrajas por una leve mano que enfadó y con razón al respetable.

El partido no tardó en entrar en fase de ebullición con el primer reparto de tarjetas (Curro y Keidi Bare) por una lucha en el área blanquinegra y la primera ocasión perica que Caro desvió a córner. 

Después de 17 minutos de vértigo en los que se transitó con mucha facilidad de un área a otra, una combinación entre Matos, Curro y Fer Niño, permitió al delantero blanquinegro volver a pisar el área. La fuerte defensa catalana impidió el gol.

Y acto seguido, de nuevo con el dúo Curro-Fer Niño, el Burgos CF volvió a acariciar el gol, pero Joan García se empleó abajo con éxito.

El conjunto de Jon Pérez Bolo se comió por momentos a un gigante desubicado, en parte gracias a la hiperactividad de todos sus hombres, quienes complicaron sobremanera cada salida de balón del rival.

Tan solo faltó el gol que redondeara una gran primera parte en la que El Plantío, en una de sus mejores entradas (10.822 espectadores), disfrutó de un fútbol de primer nivel, tan solo ensombrecido por la actuación arbitral que envió a la grada al técnico bilbaíno en el 40′ por una protesta más que pertinente y enseñó una nueva amarilla a Caro sobre la bocina.

El Burgos CF no se desesperó en el segundo tiempo y aunque el Espanyol arrancó con nuevas intenciones, Dani Ojeda tuvo su oportunidad en el 51′, pero el disparo se marchó a la grada. Con el partido muy abierto, Bolo introdujo su primer cambio. Appin, con un encuentro internacional a sus espaldas, dejó su lugar a Grego Sierra, enviando a Elgezabal al centro del campo.

Curro lo probó con la izquierda sobre la hora de encuentro y Anderson hizo lo propio un minuto después en el otro perfil. Cabrera desvió a córner en lo que a la postre sería un remate al larguero de Fer Niño. Manolo González agitó su banquillo para frenar la avalancha blanquinegra y dio entrada a Braithwaite, Aguado y Sánchez.

Tras superar los primeros momentos de efusividad de un rival renovado, y salvar un match ball con una barrida de Grego Sierra en el área pequeña, el banquillo del Burgos hizo llamar a Bermejo y Edu Espiau para responder con frescura.

Y fue el primero quien lo probó con un disparo potente desde la derecha que se marchó lamiendo el palo derecho de la portería españolista.

La lluvia sorprendió a todos con diez minutos por delante y ambos conjuntos trataron de acomodarse al nuevo escenario, pero el cansancio hizo mella y el cero a cero se hizo definitivo en el marcador, certificando el reparto de puntos pese al gran esfuerzo de los blanquinegros por hacerse con la victoria.

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