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ASFOBUR celebra el Día de los bosques con el reparto de árboles en la Plaza Mayor

Con motivo de la celebración el 21 de marzo del Día Internacional de los Bosques, la Asociación Forestal de Burgos, ASFOBUR, ha puesto en marcha una iniciativa que acercará a toda la ciudadanía de la capital la realidad del sector forestal de la provincia.

Durante el jueves 21 de marzo, la Asociación pondrá a disposición de los burgaleses una carpa donde repartirá árboles autóctonos y folletos sobre la actividad de los propietarios forestales y selvicultores, una actividad esencial para la conservación del medio natural.

La provincia de Burgos ocupa una superficie total de 1.427.101,78 hectáreas, de las cuales 702.448,75, poco más del 49%, son forestales. De éstas, un 55%, 400.000 has son de titularidad privada, gestionadas directamente por los propietarios forestales o selvicultores.

Una buena parte de estos propietarios, más de 500, son socios de la Asociación Forestal de Burgos, encargada de defender sus intereses y proteger sus derechos. La labor que hace esta asociación, integrada a su vez en la federación regional FAFCYLE, permite a sus asociados estar al tanto de leyes, normativas, subvenciones y servicios forestales, así como tener una única voz frente a sus retos y problemas derivados de la dificultad de gestionar el monte.

El principal problema del sector forestal burgalés son las dificultades que se encuentran para la gestión forestal sostenible debido a que sus parcelas son de pequeño tamaño y muy poco o nada rentables. Por ello, los propietarios en muchas ocasiones no encuentran soluciones reales lo que lleva a dejar el terreno al albur de las amenazas, la más importante y peligrosa los incendios forestales.

Entre las soluciones que las asociaciones como Asfobur plantean está la de las agrupaciones y asociaciones de propietarios en torno a un territorio determinado. Uniendo fuerzas y tierras las entidades pueden sacar adelante planes de gestión y aprovechamiento del territorio, siempre desde un punto de vista sostenible; es decir, sin perjudicar los valores intrínsecos relacionados con la vitalidad del monte o su biodiversidad.

Muchos son los beneficios que el monte privado otorga a quienes viven cerca de él. El más importante es el de la captura de CO2. Se calcula que, a nivel nacional, los bosques españoles capturan hasta el 20% de las emisiones que la actividad humana lanza a la atmósfera.

Pero, además, los bosques retienen el agua de la lluvia aumentando el nivel de humedad y bajando la temperatura, manteniendo también la calidad de la tierra. Y por supuesto, es la casa donde habitan miles de especies de fauna y flora.

España es uno de los países con más diversidad de fauna y flora de toda Europa. Por último, los bosques son lugares de recreo que aportan múltiples beneficios para el cuerpo y mente. Los famosos “baños de bosque” son terapias que cada vez más se están recetando a pacientes con múltiples patologías.

Pero el bosque no es inmutable. Es una realidad viva y cambiante y necesita de la mano del hombre para su supervivencia. No sólo hace falta plantar. También gestionar y limpiar. Y para ello hacen falta recursos económicos que no siempre están en las manos de los propietarios forestales.

La inversión en medio natural debe ser una exigencia de toda la ciudadanía porque sin montes no es posible la vida.

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