El Burgos CF regresaba al Plantío con la misión de prolongar su buena dinámica de juego y resultados tras el último triunfo a domicilio. Los de Bolo, que saltaban al verde con el mismo once que derrotara a la SD Huesca, medían fuerzas ante un Real Zaragoza que esta tarde contaba en sus filas con activos como Soberón, Calero, Ares o Aguado, entre otros.
Partido de alta intensidad desde el arranque, con un Burgos activo en ataque, y eléctrico en cada acción ofensiva, que buscaba con ahínco los espacios en el territorio del sólido bloque zaragocista.
Los blanquinegros concentraban esfuerzos en la entrada por costados, con especial protagonismo para Curro y Sancris en veloces conducciones liderando el ataque local. Primeros minutos de tanteo y oportunidades con ritmo alto de competición en ambos bandos.
El periodo transcurría con opciones abiertas y con los locales como principales animadores. Sancris y Córdoba probaban fortuna frente a Poussin, y Soberón y Ares hacían lo propio en el área contraria. El encuentro ofrecía alternativas, y el juego se repartía con velocidad en ambas mitades.
Transiciones rápidas y llegadas en pocos toques a posiciones rivales para generar peligro constante. Los locales destacaban en combinaciones ágiles sobre la frontal, aunque la defensa mañana mantenía a flote un empate que comenzaba a ser injusto a tenor de lo visto sobre el verde.
Al borde del descanso, penalti claro sobre Espiau, y Curro al lanzamiento. El disparo del mediapunta blanquinegro lo detenía el meta con calidad, aunque el colegiado mandaba repetir la acción por la posición irregular del meta. A la repetición, nuevamente Poussin ganaba la partida, y salvaba el gol local.
La segunda parte traería más madera a un encuentro que no bajaba un ápice su ritmo. Con los de Bolo apostando todo por el gol, y el Real Zaragoza tratando de no perder comba, ambas delanteras buscaban protagonismo en zona crítica de gol.
El banquillo se movía en busca de cambios, y Fer Niño y Appin hacían su ingreso para reforzar las filas burgalesistas, y continuar la exigente empresa que tenían por delante. Bermejo estrellaría con potencia su disparo en el travesaño de Cantero, y a renglón seguido, sería Appin quien rozaría el gol con una fantástica llegada desde segunda línea. Espadas en todo lo alto y el Burgos CF que quería los tres puntos contra todo y contra todos.
El tramo final del partido ofrecería el debut de Ian, y el empeño definitivo de los locales por hacerse con el triunfo. El Burgos CF adelantaba líneas sobre campo rival, y multiplicaba las opciones de remate en cada llegada.
La asociación Curro-Niño por carriles interiores, y el buen desempeño de extremos y laterales aumentaban las prestaciones de un equipo que no cejaba en su empeño de conseguir el gol definitivo. Y cuando parecía que el encuentro iba a morir con las tablas en el marcador, apareció Álex Sancris para sacaerse una genialidad de la chistera.
El madrileño recibió el balón dentro del área, amagó con disparar dejando sentado a su par con un recorte hacia dentro y definió con su pierna izquierda fuera del alcance de un Poussin que paró casi todo en la tarde de hoy. Con el gol de Sancris en el minuto 93, El Plantío rugió como un león y entró en un estado de éxtasis colectivo que no cesó ni si quiera después del pitido final.
Con esta victoria, el Burgos CF se sitúa quinto en la clasificación con 10 puntos, a uno del liderato. El próximo reto para los de Jon Pérez Bolo será la visita a Abanca Riazor para enfrentarse al RCD Deportivo de La Coruña.
