La Guardia Civil intervine tres rifles de caza, tres visores térmicos y dos cabezas de corzo por prácticas cinegéticas irregulares
Durante el mes de marzo y abril actual, la Guardia Civil ha llevado a cabo un seguimiento en toda la provincia, dirigido principalmente a la erradicación del furtivismo, a la verificación de la documentación y al control de los cazadores durante el ejercicio de la caza.
En las fechas previas a la apertura de la temporada hábil del corzo (Capreolus capreolus) y ya habiendo dado comienzo la misma en este mes de abril, la Comandancia de Burgos intensifica las acciones preventivas y de seguimiento para detectar prácticas de caza irregulares y furtivismo y perseguir determinadas actividades ilegales que causan un grave perjuicio económico al medio rural, a los ayuntamientos, juntas vecinales, a los propietarios de los cotos de caza y a los propios cazadores.
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Fruto de estos controles y también de la colaboración ciudadana, se han intervenido dos cabezas de ejemplares macho de corzo, recién abatidos que, aunque portaban un precinto, uno no tenía cumplimentada la fecha de su caza y además ambos estaban incorrectamente colocados lo que permitía su reutilización; se intervinieron además de los precintos las armas de caza y el propio ‘trofeo’ para su remisión al CRAS de Burgos.
Otra patrulla detectó la circulación de dos vehículos que accedían a un determinado acotado por un camino, de noche, apagando todas las luces; uno de ellos fue interceptado, portaba un rifle de caza en el maletero fuera de los supuestos permitidos y además no supo dar respuestas coherentes del motivo de hallarse en el lugar.
Por último, se han levantado tres actas denuncia más como resultado de otras tantas acciones, lo que ha permitido la intervención de tres visores térmicos cuyo uso se encuentra prohibido durante el ejercicio de la caza.
Las infracciones detectadas han sido puestas en conocimiento de las Administraciones correspondientes.
En la comarca Odra-Pisuerga
En esta zona de la provincia ha sido investigado ARA (38) como presunto autor de un delito relativo a la Fauna y la Flora, por cazar en un coto privado de caza sin autorización.
Una patrulla acudía al lugar, en respuesta a la llamada telefónica de los arrendatarios del terreno, que afirmaban haber sido testigos de un lance de caza en el que se abatía un corzo en su terreno.
Los agentes verificaron la documentación del cazador y la del arma que portaba, ambas en vigor; en cuanto a los permisos necesarios, el hombre estaba autorizado para el rececho del corzo en un acotado distinto al que se encontraba, por lo que había traspasado los límites y abatido al cérvido fuera de aquel. Le fueron intervenidos el arma, el precinto y la pieza abatida.
Con la temporada de caza abierta para esta especie, en abril se intensifican los servicios y se incrementan las franjas horarias, por lo que la Comandancia de Burgos continuará con este tipo de controles y verificaciones hasta final de temporada.
Correcto precintado de las piezas de caza
Además de portar la documentación particular, la del arma, seguro, el propio precinto y autorizaciones del titular del terreno cinegético donde se va a cazar, se recuerda el obligado y correcto precintado de la pieza abatida.
El precinto legaliza la caza del corzo, determina el terreno cinegético donde ha sido abatido y autoriza su lícito traslado y transporte; debe colocarse en la cuerna del cérvido una vez dado muerte y siempre antes de moverlo, conforme a lo estipulado en la Ley de Caza de nuestra Comunidad sobre el precintado de piezas de caza.
La Guardia Civil agradece la colaboración ciudadana y remarca la importancia de denunciar; para ello pone a su disposición el número de teléfono 062 o si lo prefiere también el servicio de alertas app alertcops; cualquier información que desee facilitar o colaboración en el ámbito de la seguridad ciudadana, vial, del Patrimonio o medio ambiental es tratada de manera discreta y anónima.