Solidaridad

Para Cáritas, la vivienda, la precariedad laboral y los obstáculos burocráticos son las mayores trabas a la integración

La presentación de la memoria de actividades de 2023 y la campaña institucional para este curso, en la sede diocesana de Cáritas Burgos, ha contado con la intervención de Mario Vivanco, delgado, Jorge Simón, director, y María Gutiérrez, coordinadora de acción social.

Tras la proyección de un vídeo sobre el lema anual “Allí donde nos necesitas, abrimos caminos a la esperanza”, Vivanco ha explicado que se trata de «hacer visible el clima de desesperanza social y de desorientación en el que viven muchas personas».

La tarea de Cáritas, además de prestar apoyo, consiste en «defender la dignidad de todas las personas vulnerables, el acceso a los derechos, la integración plena de los migrantes o el acceso al mercado laboral mediante la formación».

Entre los datos más destacados, Gutiérrez ha apuntado a la renovación de las familias a las que se atiende: el 34 % acuden a Cáritas por primera vez, pero el total se mantiene estable, lo que indica que cerca de un tercio de sus usuarios consiguen salir de la exclusión.

En los perfiles, se ha incrementado el número de quienes han completado los estudios superiores, en parte por la mayor afluencia de personas procedentes de Latinoamérica, con una cualificación más elevada. Son los migrantes que quedan en situación irregular quienes «podrían incorporarse casi de inmediato al mercado laboral», si este fuese menos precario, la vivienda más accesible o las trabas administrativas menores.

Prueba de ello son el millar de inserciones laborales logradas en el programa de empleo. La falta de un trabajo estable hace que 4.457 personas atendidas por Cáritas no dispongan de ningún ingreso, tampoco en forma de prestaciones.

En el apartado económico, Jorge Simón ha desglosado el destino de los más de cuatro millones de euros de presupuesto, que proceden en un 62,92 % de aportaciones privadas -donantes, socios, empresas y otros.

El incremento más notable de los gastos, debido entre otras causas a la inflación, es el dedicado las ayudas económicas directas, que con 855.000 euros suman un 19 % más que en el 2022. Por último, además de agradecer el respaldo de la sociedad burgalesa, y de la comunidad cristiana en particular, Simón ha recordado que Cáritas mantiene su compromiso con la cooperación internacional, a la que seguirá destinando parte de sus fondos.

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