Según indicaba ayer el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, el Ayuntamiento ya ha cumplido las condiciones establecidas en el plan de ajuste, el llamado plan Montoro, que incluían, entre otros, los requisitos de reducción de la deuda, estabilidad presupuestaria o cumplir el pago a proveedores en menos de 30 días.
Precisamente este punto ha sido el último en alcanzarse, llegando, en los meses de diciembre y enero a una media de pago a proveedores en 24 días, reduciendo así notablemente el margen de 9 meses de pago que se registraba en 2011.
Esta salida del plan ajuste permitirá, entre otras cosas y en palabras de Javier Lacalle, la posibilidad de una reducción de impuestos.
Lacalle también destacó la reducción de la deuda municipal de los 136 millones del pasado año a los 118 que se deben actualmente, indicando que la intención es seguir disminuyendo este déficit y llegar a los 102 millones en este año, lo que supondría la reducción del endeudamiento a la mitad durante la última legislatura.
Desde el Ayuntamiento pretenden seguir manteniendo esta reducción, consolidar el plazo de pago a proveedores en menos de un mes y agilizar la tramitación administrativa.
La liquidación positiva del último año, que deja un remanente de unos 10-15 millones de euros, se dedicará a seguir reduciendo deuda y al mantenimiento del “concepto global de ciudad”, ya que, en palabras del alcalde, por estar al final de la legislatura no tienen previsto acometer ninguna inversión importante.
Por su parte, el concejal de Hacienda Salvador de Foronda se ha mostrado satisfecho con la gestión de este plan de ajuste que ha servido, dice, para solventar otros muchos problemas.
