La catedral de Burgos se convertirá en el epicentro del ciclismo mundial acogiendo la salida de la primera etapa de la XLII Vuelta a Burgos
La catedral de Burgos se convertirá en el epicentro del ciclismo mundial acogiendo la primera etapa de la 42ª Vuelta a Burgos que se disputará -sobre cinco etapas en línea- del martes, 28 de julio, al sábado, 1 de agosto, bajo la organización del Instituto provincial para el Deporte y la Juventud (IDJ) de la Diputación de Burgos, siempre y cuando se cuente con el permiso perceptivo y atendiendo siempre las pautas de contingencias COVID-19 marcadas por las autoridades competentes.
El diseño de esta primera etapa, en la que se ha buscado el espectáculo con un final muy nervioso, contempla un primer paso por el Alto del Castillo (3ª Categoría) a falta de 14 kilómetros para el final, antes de afrontar la segunda y definitiva ascensión que llevará a los corredores hasta la línea de meta, donde también se puntuará como un puerto de Tercera Categoría. Se trata de una etapa sencilla y sin grandes dificultades para los corredores en la que en el kilómetro 75 también se contempla la ascensión al Altotero (1ª Categoría), ubicado en las proximidades de la localidad de Poza de la Sal, cuna del divulgador y naturalista universal Félix Rodríguez de la Fuente. Con este recorrido, especialmente en sus últimos kilómetros y sobre un trazado urbano por las calles de la capital burgalesa, la organización de la carrera ofrece al aficionado la oportunidad de ver en dos ocasiones a todo el pelotón por las sinuosas calles que configuran la ladera del Castillo, en Burgos capital, por las que se asciende a la línea de meta.
Uno de los puntos más calientes de la jornada estará en el último kilómetro, donde los favoritos al triunfo de etapa deberán entrar bien colocados en la subida de San Miguel; una cuesta con desniveles importantes (170 metros al 10,6%) a la que se accede tras un giro a derecha de noventa grados, justo al final de una larga recta como es la calle San Francisco, en la que el pelotón rodará muy rápido. Tras el protocolario corte de cinta a los pies del tempo gótico burgalés y unos primeros kilómetros de neutralizada por las calles de la capital que abandonarán por el barrio de Villímar, los corredores tendrán la oportunidad de rodar al paso por localidades como Hurones, Riocerezo, Temiño, Rublacedo de Arriba, Rublacedo de Abajo, Quintanaurría, Rojas, Pernigas, Quintanabureba, Terrazos, Los Barrios de Bureba, Cornudilla, Pino de Bureba (punto más alejado al Norte de la capital), Castellanos de Bureba, Salas de Bureba y Poza de la Sal, antesala de la ascensión al Altotero (1.176 metros), primera dificultad montañosa de la jornada.
Tras la ascensión, el pelotón comenzará la aproximación a la capital recorriendo el Páramo de Masa para, en trazado ya descendente y muy rápido, atravesar Huérmeces, Santibañez Zarzaguda, Miñón, Mansilla de Burgos, Arroyal, Quintanadueñas, Villarmero hasta llegar al barrio de Villatoro, donde iniciarán el trazado urbano. Ya en Burgos, los ciclistas afrontarán la primera ascensión al Alto del Castillo, puntuable para la General de la Montaña, antes de completar los últimos 14 kilómetros que finalizarán con la segunda y definitiva subida al Alto del Castillo, que decidirá qué corredor se enfunda el jersey morado de líder de la Vuelta. Ganadores en El Castillo Los corredores que se han coronado en el Alto del Castillo en las siete ocasiones que ha sido final de etapa en Burgos han sido Joaquin ‘Purito’ Rodríguez – Katusha (2011), su entonces compañero de equipo Daniel Moreno – Katusha (2012), el italiano Simoni Ponzi – Astana (2013), Juan José Lobato – Movistar (2014), Mikel Landa – Sky (2017), Francesco Gavazzi – Androni Giocatolli (2018) y Giacomo Nizzolo – Dimension Data (2019). En las ediciones de 2015 y 2016 la Vuelta a Burgos disputado etapa en la capital pero en formato de Contrarreloj por Equipos (CRE) y ambas se saldaron con victorias del Astana.