Termina la impresión de pantallas protectoras con más de 39 mil entregadas en Burgos
La actividad de cientos de voluntarios en la provincia de Burgos se detiene tras la impresión 3D y el reparto desinteresado de unos 70 mil elementos de protección, sumando pantallas protectoras (39 518) y ganchos para mascarilla o salvaorejas (29 834), desde el comienzo de la crisis sanitaria del coronavirus. El paso a una progresiva normalización social y la desaparición de la demanda han motivado la decisión del grupo de voluntarios de impresión 3D de la Universidad de Burgos de cesar su actividad.
Para aprovechar las sinergias que se han producido y consolidar la comunidad de voluntarios en torno a la impresión 3D, la Universidad de Burgos lanza, a través de la Unidad de Cultura Científica, la Comunidad UBUmaker. Esta propuesta, a la que se pueden apuntar todos los interesados por el mundo maker del entorno burgalés, es un espacio de encuentro para mantener y reforzar los vínculos, aprender en común, lanzar retos y colaborar para solucionar problemas cotidianos que afecten a todos los ciudadanos o a determinados colectivos con dificultades.
Desde la Universidad de Burgos se agradece a todas las personas y entidades que han contribuido generosamente en esta iniciativa, algo que se planea reconocer en un acto más adelante, cuando se haya restablecido una normalidad completa, como ha transmitido el rector de la Universidad Manuel Pérez Mateos al grupo de voluntarios.
Iniciativa maker contra el coronavirus en Burgos
A partir de la petición de ayuda del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) a la Universidad de Burgos (UBU), se formó un grupo de más de 300 voluntarios con impresoras 3D que, gestionados por la UBU, y en colaboración con Abadía Tecnológica, particulares de la provincia de Burgos, empresas del entorno y organizaciones como Protección Civil, Cruz Roja, Ayuntamiento de Burgos, Diputación y Policía, han donado material, imprimido en 3D y repartido miles de protecciones a hospitales, residencias, tiendas y empresas. Esta iniciativa comenzó en marzo de 2020 con el estado de alarma y termina con él tres meses después, dejando constancia del trabajo, solidaridad y esfuerzo que voluntarios, instituciones, empresas, sanitarios, etcétera, han desplegado para hacer frente a una emergencia sanitaria que ha impactado en toda la sociedad.