La unidad de mínima exigencia para personas sin hogar abre a partir de hoy
A partir de ahora, y hasta el mes de abril, las personas que pernoctan habitualmente en la calle podrán hacerlo en una de las ocho plazas de la denominada Unidad de Mínima Exigencia (UME), que gestiona Cáritas en su sede de la calle San Francisco. Además del alojamiento, también verán cubiertas las necesidades relacionadas con la manutención, la higiene, la orientación y el asesoramiento, y se les dará la posibilidad de participar de las actividades del Centro de Día. Con todo ello se trata de ofrecerles una atención integral en los meses en los que las condiciones climáticas hacen aún más difícil vivir en la calle.
El año pasado se atendió en este recurso a 30 personas, 24 hombres y 6 mujeres, con una media de edad de 41 años, y de los que el 48% fueron españoles. Para hacerlo, Cáritas contó con dos monitores de noche, un educador social como coordinador y un equipo estable de ocho voluntarios. Del perfil de las personas atendidas, puede destacarse que, en muchos casos, presentaban una gran desestructuración personal, con problemas de adicciones y de salud crónicos, con especial incidencia en los relacionados con la salud metal. A estas condiciones se unía el desarraigo familiar y relacional, y la carencia de cualquier tipo de recursos económicos. Dada la situación generada por la pandemia, para este año se ha previsto reforzar más aún los protocolos relacionados con la salud e higiene, con medidas sanitarias adicionales, desinfección más frecuente de las instalaciones y un mayor esfuerzo en la pedagogía relacionada con la prevención del contagio.